Las reformas y ampliaciones auguran un "gran verano"

L.M.
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Continúa el boom de peticiones para arreglar desperfectos o remodelar interiores que se destapó tras el confinamiento

Continúa el boom de peticiones para arreglar desperfectos o remodelar interiores que se destapó tras el confinamiento. - Foto: Luis López Araico

El confinamiento provocó una fiebre por la reforma del hogar pocas veces vista.Pasar una larga temporada encerrados en casa despertó en los burgaleses el deseo de cambiar sus hogares, bien tirando una pared, bien remodelando la terraza o bien ganando amplitud.La consecuencia final de todo ello es que las empresas dedicadas a la albañilería y las reformas no han parado ni un momento de trabajar desde verano.Y lo que les queda.

El presidente de la asociación que las engloba, Vicente García, confirma que su sector es el que más está tirando del empleo dentro de la construcción. «El boom de las reformas y ampliaciones sigue estando y ahora estamos notando que la gente compra casas en el Alfoz o remodela la del pueblo para pasar el verano», admite García. Cita como ejemplo dos negocios, como son el de los porches y las piscinas, que están soportando una carga de trabajo casi nunca antes vista.«Para instalar una piscina hay empresas que lo tienen completo todo hasta 2024», asegura.

Junto a estos fenómenos destaca que ningún otro sector relacionado con la construcción«ha cogido miedo» durante la pandemia. «Veremos qué va a pasar con la obra pública.Si se reactiva será otra fuente muy importante de empleo», reconoce.No solo pone el punto de mira en las grandes infraestructuras, sino en las más pequeñas, las obras que pueda acometer un ayuntamiento o junta vecinal.«Si les dejan gastarse más dinero del que pueden estoy seguro que el paro seguirá cayendo más aún», apunta. 

Falta de relevo. Pese a que la oferta de empleo del sector de la construcción es amplia, Vicente García confiesa que las compañías están encontrando numerosas dificultades para cubrir puestos. «No hay reposición de profesionales, sí de personal de obra, pero no de gente formada», lamenta. Cita como ejemplos puestos como carpinteros, ebanistas, herreros, gente que maneje el acero inoxidable...«Es una pena, para llegar a ser oficial de primera y conocer un empleo al dedillo se tardan años. En estos momentos no vemos un relevo generacional», sentencia.