El día 5 de noviembre, durante una visita a Burgos con motivo de la inauguración de un tramo de la autovía A-73, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana trajo por fin buenas noticias sobre la línea del ferrocarril Madrid-Aranda Burgos. Anunciaba, según la nota que emitió el departamento de prensa de Raquel Sánchez, «el estudio para la rehabilitación integral del túnel de Robregordo, actuación que tiene un presupuesto estimado de 10 millones de euros» con el objetivo inicial de sacar la bateadora atrapada en el hundimiento de 2011. Y ese mismo comunicado anunciaba en paralelo: «Se está llevando a cabo un análisis de viabilidad para la reapertura de la línea».

Pese a que la redacción parecía indicar que la tarea ya estaba en marcha, a día de hoy no hay señales de vida del anunciado estudio para el tren Directo, y eso que la promesa va camino de cumplir los siete meses, algo que sucederá la próxima semana.

A petición de este periódico la diputada del PSOE por la provincia de Burgos, Esther Peña, se ha interesado por la existencia de ese análisis y explica que, a tenor de las informaciones recibidas «ese estudio lo tiene que hacer INECO», la ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes. No será por tanto un trabajo que se externalice «y la orden de elaboración está dada», añade Peña. El Ejecutivo mantiene la intención de redactarlo, pero nada más se sabe sobre él.

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