Las numerosas páginas web que han proliferado en los últimos tiempos se anuncian como cantos de sirena. Sorprende que este tipo de sitios campen a sus anchas, con toda impunidad, toda vez que lo que ofrecen es un fraude en toda regla. Un delito. '¿Estás cansado de hacer los trabajos que te exige la Universidad? ¿quieres tener más tiempo libre? ¿necesitas ayuda?  ¿Necesitas relajarte? ¡Aquí puedes encargar trabajos universitarios hechos por expertos! Aprobado 100% garantizado' son algunos de los eslóganes que, impúdicamente, exhiben en sus portadas.

Estas páginas están muy bien diseñadas y ofrecen un amplio catálogo de servicios con enorme detalle que facilita al demandante su contratación. Hay numerosos filtros que permiten afinar en los deseos del estudiante que decide recurrir a esta trampa, desde la universidad en la que se estudia. Cuando accede y va pasando los filtros, estos se vuelven más minuciosos: hay algunas páginas web que, una vez elegido el encargo deseado (trabajo, tesis, práctica) ofrece la posibilidad de ajustarse al número de páginas (o palabras) que se desea presentar, al número de referencias, de citas bibliográficas, etcétera.

Desde este periódico se hizo la prueba de encargar la confección de un trabajo a una de estas páginas web.Cumplimentados todos los pasos, en menos de un día obtuvo la respuesta. Se había encargado elaborar una Tesis Doctoral de 300 páginas, con un interlineado de 1,5, y en torno a 30 referencias bibliográficas. El trabajo debía titularse 'La represión en Burgos durante la Guerra Civil'. Describimos un poco más el objetivo: «Glosar de forma extensa y precisa cómo se vivió la represión en Burgos, donde triunfó la sublevación militar de julio de 1936, en las primeras semanas que siguieron a la asonada: detenciones, fusilamientos...»

La respuesta desde esta página web tardó menos de 24 horas en llegar: el encargo costaba 2.520 euros del ala. A la vista de que ya no hubo respuesta por nuestra parte (nos solicitaron un teléfono para establecer un contacto más directo), se repitieron los mensajes insistiendo en ese contacto. La última comunicación, dado que el silencio por nuestra parte continuaba, fue la oferta de un descuento del 10%.