La salida de Gorka Kijera del Mirandés sigue generando debate. El presidente, Alfredo de Miguel, confirmó el miércoles que la causa por la que no se le renueva, aunque deportivamente entraba en los planes, ha sido la barbacoa que hizo en su casa con toda la plantilla días antes de finalizar la competición. El club había negado dos veces la posibilidad de hacer una comida en un restaurante o en el estadio por temas sanitarios.

«Comete un acto de indisciplina y quebranta el principio de autoridad que rige en toda empresa. No nos dejó otro camino», asegura Alfredo de Miguel, quien considera que esa barbacoa puso en riesgo el cumplimiento de los protocolos de la Liga y podía haber tenido consecuencias graves para el club.

Aún así, el mandatario rojillo cree que la situación se podía haber reconducido si Kijera hubiese pedido disculpas, algo que no ha sucedido.  ¿Por qué es el único castigado de la plantilla? «Porque pone la casa y es el capitán, los demás van como invitados». 

De Miguel niega que exista «una caza de brujas» hacia el de Hernani ni que se haya aprovechado la barbacoa para pasarle factura por su relación con los Jóvenes Jabatos . «No entendíamos que se nos pitará tras ascender y le eché una bronca en aquellos momentos, pero días después le renovamos», matiza.