No te pongas guapa, que no va de eso, te quiero fotografiar tal y como eres. Y como son los vemos, con los años ¡tantos años! acumulados en sus ojos, en la comisura de la boca y en esas arrugas que, como un libro abierto, van contando tantas y tantas batallas vividas por estos hombres y mujeres que hoy ven pasar los días en sus tranquilos pueblos con unas comodidades que ya hubieran querido hace 7 u 8 décadas cuando trabajaban el campo, cuidaban del ganado, atendían la cantina o la tienda, tenían que ir a lavar al río y, además, cuidar de una retahíla de niños...
A esas mujeres, sí a ellas, que hoy son más coquetas que entonces, es a quien hablaba el fotógrafo porque querían salir guapas en la foto, con su pelo bien peinado, con sus collares y sus pendientes. Ellos, menos preocupados por esos detalles, llegan, charlan, posan con más naturalidad si cabe, y se van.
Tras la cámara, Juan Carlos Gallego, fotógrafo, músico, teatrero, comunicador... Y mirando el objetivo, vecinas y vecinos de seis pueblos del Arlanza que aceptaron el reto propuesto por la Plataforma ArlanzaTE para participar en un proyecto fotográfico que dará paso a una exposición que se inaugurara en Burgos a primeros de junio, y que después recorrerá las localidades de la comarca que la requieran.
Además, los retratos se incorporarán a un fotolibro en el que también se incluirán fotografías de antaño, de oficios, trabajos y aperos de labranza, de bailes, fiestas y tradiciones de los pueblos. Se rescatarán coplas y canciones que esos mismos hombres y mujeres cantaban en sus años mozos.
Ese fotolibro encerrará parte de la historia de la comarca y de sus protagonistas. Como bien explica Rodrigo Barriuso, presidente de la Plataforma ArlanzaTE, con esos retratos a las personas mayores «queríamos captar la esencia del medio rural que ellos representan y que se nos va». Pero añade que no quieren quedarse ahí, solo mirando al pasado, sino apostar por el futuro y por eso ha nacido la asociación que ya trabaja en muchos proyectos en los que su principal valor es que involucra a todos los pueblos de la comarca.
Son 60 los retratos que ha realizado Gallego y que acaban de salir, en tamaño A3 de la imprenta de la Diputación Provincial. Ha sido un trabajo que se ha prolongado durante un año, comenzando en verano en Villafruela -en la que más fotografías ha realizado-, y terminando en pleno invierno con los mayores bien abrigados, en Villangómez. El recorrido le ha llevado, además por otros cuatro pueblo: Villalmanzo, Puentedura, Covarrubias y Mecerreyes.
Lo que cuentan las ojos. Gallego asegura que trabajar con estos hombres y mujeres ha sido una experiencia «conmovedora» e «increíble», y charlar con ellos le ha enriquecido como persona y profesional. Pero también ellos han disfrutado, comenta, «y sobre todo se han sentido importantes, útiles».
Como buen profesional, lo que Gallego buscaba cree haberlo logrado y era captar la mirada de esas personas que ya arrastran una larga vida y muchas experiencias y vivencias acumuladas, «y a pesar de ello me asombra su entereza», añade, mientras reflexiona sobre sus miradas, «he visto mucho tipo de miradas, la maternal, la del que está llegando al final, la de quien conserva la inocencia, la de la ternera, el sufrimiento o la del orgullo».