Quedan más de seis meses para la Semana Santa, pero la junta organizadora ya se encuentra con la maquinaria viento en popa. Su presidente, Luis Manuel Isasi, y su vicepresidente, Jaime Prado, visitaron ayer al alcalde, Daniel de la Rosa, para trasladarle la necesidad de aumentar el apoyo por parte del Ayuntamiento de Burgos para impulsar el que, en su opinión, es el segundo evento que más dinero genera en la ciudad después de las fiestas de San Pedro. 

«En esa línea, la aportación a recibir debe ir en consonancia con lo que genera», expuso Prado, también portavoz de la entidad, quien cifra en dos millones de euros el impacto de esta celebración en la capital burgalesa. 

Ese empuje económico cristalizaría en ayudas a las 16 cofradías existentes y comprendería la programación de actividades culturales «nuevas y que nunca ha habido en Burgos» para dar a la población la oportunidad de participar más en la Semana Santa «y mantenga el compromiso y la tradición que siempre ha tenido», en palabras de Isasi, que prefiere no adelantar ninguna de las iniciativas que barajan por si, finalmente, se quedan en agua de borrajas. 

«En la ciudad hay mucho margen para mejorar. Queremos poner a la Semana Santa de Burgos en el punto que se merece en relación a las de otras ciudades de Castilla y León. Tenemos la capacidad de lograrlo, pero debemos tener también los recursos», trazó el presidente sobre esta cita declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Asaltar el título internacional entra en sus planes, pero, de momento, partido a partido. 

«Queremos que la gente venga a Burgos porque se respira una tradición cofrade importante y organizar esas actividades culturales que permitan al burgalés sentir esa identidad hacia su Semana Santa, que no tienen que concentrarse en el periodo de Cuaresma, sino que pueden ser anualmente. Serán unas propuestas atractivas, de interés general, no solo para los burgaleses, sino también para los de fuera», abocetó el vicepresidente de la Junta de Semana Santa al término de la reunión con el regidor en el Salón de Jueces de la Casa Consistorial. 

Ambos concluyeron que la Semana Santa de Burgos es una cita in crescendo y que el apoyo económico de la ciudad (el último convenio municipal anual ha sido de 21.000 euros) debe ir en proporción a lo que aporta.