Por si fueran pocos los controles de velocidad que ya se están llevando a cabo en la ciudad, el Ayuntamiento de Burgos anunció hace tiempo que incorporará un buen puñado de radares a las calles en su objetivo por seguir poniendo cerco a los infractores. La sucesión de accidentes a finales de 2021, con la desgracia añadida de varios muertos en semanas consecutivas, acabó de decidir a los responsables municipales por una política de endurecimiento de la vigilancia. 

Aunque en un primer momento los responsables municipales hablaron de llegar a una veintena de nuevos cinemómetros, se empezará por una primera tanda de 10. Para su adquisición se está esperando a una próxima modificación presupuestaria, pues no estaban planificados cuando se aprobaron las cuentas para 2022, y eso será cuestión de semanas.

Las ubicaciones exactas todavía se desconocen aunque en su día el jefe de la Policía Local, Félix Ángel García, ya apuntó como posibles emplazamientos la calle Vitoria (tanto en el tramo que separa la Plaza del Rey de la del Cid, como en el que recorre  Gamonal) la avenida de Valentín Niño en las cercanías de la zona más habitada de la barriada de San Juan, a la avenida Príncipes de Asturias (se han detectado altas velocidades en el tramo comprendido entre el HUBU y la estación de trenes) o Esteban Sáez Alvarado.

Además, a raíz de uno de los atropellos mortales, los vecinos de Alcalde Martín Cobos han solicitado expresamente la colocación de un radar. Por el momento se instaló allí una señal preventiva que mide las velocidades y se estudiarán antes de tomar la decisión.