Antes de final de año, si se cumplen los plazos, estará terminado el nuevo puente de Tordómar, proyecto que ejecuta la Diputación y que tiene un coste de 1,8 millones de euros. Este puente, que viene a sustituir al romano, formará parte de una nueva variante, con una longitud total de 446 metros, que unirá la carretera BU-V-1143 con la carretera N-622. La nueva estructura tendrá una longitud de 160 metros, dividida en 4 vanos de 40 metros cada uno de ellos.

Además de la obra de propio puente, está previsto llevar a cabo también una serie de medidas de ordenación ecológica, estética y paisajística para minimizar las afecciones de las obras sobre el medio ambiente conforme a las indicaciones efectuadas por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, manifestó el presidente de la Diputación, César Rico, quien visito el lugar donde se proyecta levantar esta la infraestructura acompañado de Inmaculada Sierra, alcaldesa de Tordómar y diputada provincial, así como de vecinos y alcaldes de la comarca del Arlanza.

Las obras las ejecutará la unión temporal de empresas (UTE) Herrero Temiño y Asfaltia, cuyos técnicos ya están trabajando sobre el terreno desde hace unos días.