El equipo de Gobierno impedirá los aparcamientos irregulares, aunque habituales desde que la memoria alcanza, en la ladera del Castillo, en las inmediaciones del Arco de San Esteban. El concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás, avanza que la solución que se ha encontrado pasa por construir un talud de tierra y dejar también una zanja pronunciada que impida el paso de los vehículos a ese espacio situado junto a la muralla. Aunque la actuación no será inmediata, el edil de la formación naranja asegura que los trabajos se realizan antes de que termine este año.
Pasado ese aparcamiento, al final de la curva que se encamina hacia la carretera del Castillo, la idea es colocar un par de bolardos que permita el acceso a vehículos autorizados. Aunque aún está por concretar qué se hará en ese espacio que quedará libre tras sacar de ahí los vehículos, la idea inicial es realizar algún tipo de actuación medioambiental. Probablemente la plantación de alguna especie.
En lo que afecta al talud, lo que se hará es hablar con alguna empresa que se dedica al movimiento de tierras para que deposite algún camión en la zona. Luego habría que darle forma, seguramente con medios propios del Ayuntamiento.
Cabe recordar que hace ya unos meses se anunció la idea de intervenir también justo en frente de ese lugar, en el espacio ocupado por un destartalado parque infantil de madera ubicado entre una de las laderas del Castillo y el Arco de San Esteban. Se avanzó ya que desaparecería para dar paso a una zona estancial para mayores con elementos biosaludables. La Concejalía de Medio Ambiente tiene previsto vallar el entorno, de modo que se pondrá también coto aquí al aparcamiento irregular que se ha 'comido' la zona verde. Son menos aquí los coches que estacionan, pero esta práctica también se había consolidado con el paso del tiempo.
Lo cierto es que estas actuaciones supondrán restar espacios para el aparcamiento en el casco histórico alto.
La imposibilidad de construir un aparcamiento bajo tierra, al tratarse de un entorno protegido, y tampoco en superficie, al no haber parcelas libres, hizo que el equipo de Gobierno se planteara como una posible solución el estacionamiento regulado. La Asociación de Vecinos del Casco Histórico fue precisamente la que sugirió hace meses esta posibilidad al Ayuntamiento para su estudio y el área de Tráfico se puso manos a la obra. Las conclusiones del mismo ya se conocen: es viable establecer la zona azul en calles de la parte alta de la ciudad, según confirmaba este verano el concejal del área, Adolfo Díez.
Sin embargo, la sugerencia que se hizo por parte de esa Asociación provocó la aparición de algunas voces de residentes críticas con la implantación de la zona azul en el Casco Histórico Alto. Eso fue determinante para parar en seco esta propuesta.
El debate, en cualquier caso, es probable que se retome, si bien el equipo de Gobierno hasta la fecha ha optado por buscar el consenso con los vecinos y no imponer el estacionamiento regulado.
No es menos cierto que el asunto se tomó en serio e incluso se conoció una propuesta para implantar la zona azul en 22 calles del Casco Alto. La idea era crear 660 plazas. De momento se empieza por atajar el aparcamiento irregular.