Durante la madrugada del 10 de julio, en Pamplona, durante la celebración de las fiestas de San Fermín, entre los cientos de ciudadanos que se agolpaban para disfrutar del ambiente festivo en las calles de la capital Navarra, se encontraban en su tiempo libre los soldados Carmona, destinado en el Batallón de Cuartel General de la División “San Marcial” (Burgos) y Jiménez, destinado en el Regimiento “Tercio Viejo de Sicilia” nº 67 (San Sebastián).

Los soldados se percataron de que el portero de un local expulsaba a un individuo que salía gritando del mismo con un cuchillo de cocina en la mano.

Tras observar que el hombre, de mediana edad, parecía que se ponía nervioso porque la gente pasaba a su lado y se giraba cada poco con el cuchillo escondido en la mano, llegó un momento en que este esgrimió el arma y la gente se apartó al verlo, según indica el soldado Jiménez. Un momento de caos que podría derivar en una trágica situación.

Dos soldados evitan una agresión con cuchillo en Pamplona

En una coordinada acción, Jiménez se situó detrás del individuo sin que éste se percatase, mientras que Carmona se enfrentó directamente a él para quitarle el arma. El hombre, en actitud amenazante, profiriéndole insultos y levantando la mano con el cuchillo, apenas tuvo tiempo de reaccionar, porque Jiménez se lanzó sobre él, inmovilizándole entre ambos hasta la llegada minutos después de la Policía Foral, quien se hizo cargo de la situación.

Los soldados, que se encontraban fuera de servicio, no dudaron ni un segundo en evitar que el incidente derivara en graves consecuencias, además de mostrar su valor durante la actuación.