¿Se acuerdan de lo que había antes del MEH?

I.L.H.
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La sala Pieza Única inaugura la exposición 'Un solar con historia', donde se repasa el pasado de su emplazamiento: fue convento dominico en el siglo XV (y expone piezas de la época), debatió las Leyes de Burgos, fue cuartel de caballería y párking

La exposición del MEH se realiza en colaboración con el Museo de Burgos. En la imagen, Arsuaga durante la inauguración

"El principal mensaje del Museo de la Evolución Humana es el de la continuidad. Por eso nos interesa el pasado, no como curiosidad, sino porque somos hijos de él. No nos entenderíamos sin nuestra historia y por eso el MEH tenía pendiente esta exposición para no perder la continuidad. Contamos la evolución desde el Paleolítico, Neolítico y la Edad de los Metales y nos faltaban unos pocos miles de años, los de la Edad Media, para narrar lo que era este centro antes de ser el MEH", ha señalado esta mañana Juan Luis Arsuaga, director científico del museo, al inaugurar la muestra 'Un solar con historia' organizada en colaboración con el Museo de Burgos.

Para contar esa historia, en la sala Pieza Única de la primera planta se exhiben piezas e imágenes procedentes del Museo de Burgos, el Ayuntamiento y el Archivo Municipal que repasan su pasado, primero como convento de San Pablo desde el siglo XV, luego como cuartel de caballería y por último como párking de coches. La muestra reúne sobre todo piezas de gran valor recuperadas durante la excavación de 2002, realizada antes de levantar el actual edificio de Juan Navarro Baldeweg: se exhibe un fragmento de empedrado del antiguo convento con el escudo dominico, una copa, un colgante con crucifijo y medalla de San Carlos Borromeo, un pinjante con la estrella de David, un colgante relicario, un fragmento de rosario, dos reales de plata de Carlos y Juana (tipo columbario) y un aplique del 5º regimiento de Artillería. Además, se exponen tres maquetas del proyecto de Juan Navarro Baldeweg y un facsímil de las Leyes de Burgos, dado que en el convento tuvo lugar la deliberación en 1512 para aprobar que los indios de América tuvieran los mismos derechos que el resto de los súbditos de la corona de Castilla.

La directora del Museo de Burgos, Marta Negro, ha destacado la calidad del fragmento de empedrado, hecho con cantos y huesos y donde se refleja el escudo de la flor de lis que mantuvieron los dominicos así como la copa decorada y pintada, de cerámica verde y manganeso con inscripción del siglo XV.

Copa de cerámica verde y manganeso, del siglo XV y procedente del convento de San Pablo (Museo de Burgos)Copa de cerámica verde y manganeso, del siglo XV y procedente del convento de San Pablo (Museo de Burgos)

El Museo de Burgos trabaja en el proceso de restauración de las miles de piezas que se rescataron en una excavación que, por otro lado, no abarcó a todo el convento, sino solo a la parte que afectaba a la obra. Queda pendiente para futuras generaciones la excavación de gran parte de la iglesia, por ejemplo, que ocuparía la zona de la actual acera: "Tenemos un volumen enorme de piezas, pero aún no podemos valorarlas porque al estar trabajando todavía en su restauración es difícil evaluarlas. Hace falta una gran revisión", ha señalado.

El convento de San Pablo fue uno de los monasterios más importantes de los dominicos, y fue fundado por el burgalés santo Domingo de Guzmán. Por él pasaron grandes estudiosos y diplomáticos, como Francisco de Vitoria, Andrés de Miranda, Domingo de Soto o Juan Güemes. Luego el recinto sufrió la ocupación del ejército de Napoleón, que fue utilizado como hospital, presidio militar e incluso almacén de ganado. En 1813 regresaron los frailes hasta 1835, con la desamortización. En 1870 se terminó de derribar lo que quedaba del convento y se levantó un cuartel, que fue ocupado por el Regimiento de Caballería de España, hasta que se vendió al Ayuntamiento en 1972.

Facsímil de las Leyes de Burgos, documento de 1512 (Archivo Municipal de Burgos)
Facsímil de las Leyes de Burgos, documento de 1512 (Archivo Municipal de Burgos)

Entonces el solar pasó a utilizarse como aparcamiento (con lavacoches y almacén de la grúa) hasta que el Ayuntamiento de Ángel Olivares, apoyado después por la Junta, decidió levantar en ese recinto el actual Museo de la Evolución Humana, procediento antes a la excavación del espacio.