Iceta destaca que las cuentas de la diócesis están "saneadas"

DB
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El arzobispo de Burgos presenta la memoria anual de actividad, donde se refleja que la Iglesia cerró el año pasado con un déficit de 13.600 euros tras superar un gasto de 36,2 millones de euros

Iceta destaca que las cuentas de la diócesis están "saneadas" - Foto: Alberto Rodrigo

Ante el Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo bajo el lema 'Gracias por tanto', la archidiócesis burgalesa ha querido mostrar a la opinión pública la acción realizada y los recursos económicos empleados para llevarla a cabo a lo largo del pasado año. Un ejercicio en el que la Iglesia cerró con un déficit de 14.000 euros, tras superar un gasto de 36,2 millones, según se desprende de la memoria anual de actividad, presentada por el arzobispo Mario Iceta, quien señaló que pese a ese ligero desajuste las cuentas de la diócesis están "saneadas".

El documento muestra una recuperación de la actividad a lo largo del pasado ejercicio, hasta obtener unos valores similares a los logrados con anterioridad a la pandemia. El departamento de estadística de la archidiócesis contabilizó el año pasado 1.095 bautizos (frente a los 642 del año anterior), 1.615 primeras comuniones (1.449 en 2020), 1.233 confirmaciones (casi el doble) y 216 matrimonios (en 2020 fueron apenas 94). En este contexto, Mario Iceta ha vislumbrado "un tiempo de cuidar y sanar heridas" derivadas de la crisis sanitaria y un momento para crecer en transparencia, tanto en lo que respecta a actividades, como a la propia economía diocesana.

De los 36,2 millones de gasto que afrontó la entidad el pasado año, un 42 por ciento se destinó a abonar los salarios del personal seglar, la mayoría de ellos trabajadores de los cinco colegios diocesanos. Otra partida importante, el equivalente al 35 por ciento del gasto, se destinó a sufragar los costes en la conservación de edificios y el funcionamiento de los mismos, con una partida superior a los 12,8 millones de euros enfocada a la rehabilitación, mobiliario, maquinaria y combustibles. Junto a esto, destaca otra partida superior a los 4,4 millones para hacer frente a las retribuciones de los sacerdotes diocesanos y los dos diáconos permanentes, así como otra de algo más de dos millones de euros destinada a acciones pastorales y asistenciales. No obstante, la Archidiócesis de Burgos asistió a lo largo del pasado año a 33.573 personas a través de los 101 centros que posee en la provincia, que dan muestra de la actividad que se mantiene.

En el apartado de ingresos, la memoria refleja una partida superior a los 7,4 millones de euros proveniente de colectas, suscripciones, herencias y legados y otra de 5,4 millones de euros recibida a través de la asignación tributaria y el Fondo Común Interdiocesano. A estas partidas se suma otra de 1,7 millones procedente de alquileres de inmuebles y activos financieros y algo más de 126.000 euros de enajenaciones de patrimonio e indemnizaciones y plusvalías. Casi el 60% de los ingresos (21,4 millones) proceden de los conciertos de formación e ingresos por servicios como capellanías o entradas a museos y a la Catedral.

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