La lluvia de millones que se esperaba del Instituto para la Transición Justa (ITJ), vía fondos europeos Next-Generation, por el cierre de Santa María de Garoña no será tal y dejará fuera a buena parte de los municipios más afectados por la clausura definitiva de la central nuclear que se decretó en 2017. Medina de Pomar, Miranda de Ebro, Oña o Trespaderne son cuatro de los once municipios de las comarcas de Merindades, Bureba y Ebro que han visto como se les denegaban todas sus peticiones, con un montante total de 55 millones de euros de presupuesto. Mientras, otros nueve se repartirán un total de 5,8 millones, un 6,5% de los 91 millones que llegarán a 106 municipios de todo el país afectados por el cierre de nucleares, térmicas y otras instalaciones energéticas.

Del total que llegará al área de Garoña, la mitad quedará en manos del Ayuntamiento del Valle de Tobalina, que percibirá 3 millones para la modernización de la residencia municipal de mayores municipal. Sin embargo, el ITJ, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, se quedó sin fondos suficientes para atender el proyecto con el que Medina de Pomar quería convertir la antigua nave municipal en un auditorio y centro cultural, con un coste de 8,8 millones, al quedar por delante proyectos con mayor puntuación. Asimismo, quedó inadmitida la petición medinesa para rehabilitar el antiguo depósito del casco histórico y convertirlo en un centro musical y gastronómico por no presentar toda la documentación necesaria y cambiar el proyecto durante la tramitación de la ayuda.

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