Una maratón diaria hasta Santiago

ÁLVAR ORTEGA
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El atleta burgalés Daniel Sánchez partió el día 2 de septiembre de Saint Jean Pied de Port y pretende llegar a la plaza del Obradoiro el 17 tras realizar dos etapas diarias, es decir, más de 40 kilómetros

Daniel Sánchez se detuvo un día en Burgos en su camino hacia Santiago. - Foto: Alberto Rodrigo

«¡Estás haciendo más de una maratón diaria!», interviene sorprendido Pablo Sánchez para que le entre en la cabeza a su hermano la titánica misión que emprendió el día 2 de septiembre desde Saint Jean Pied de Port. Daniel Sánchez se propuso hacer el Camino de Santiago hace ya dos años, pero no ha tenido oportunidad de hacerlo «por el trabajo y por la competición» hasta ahora.  Y no lo está haciendo de cualquier manera, pues cada día hace corriendo más de 40 kilómetros, es decir, dos etapas para el resto de valientes.

Más de 930 kilómetros son los que conforman este reto, pero Daniel Sánchez, que compite habitualmente en el 3.000 obstáculos, ya ha recorrido buena parte. El miércoles llegó a Burgos en una jornada que, como cada día, comienza aproximadamente a las seis de la mañana. Esta vez lo hizo con la mejor de las compañías, la de su hermano, más acostumbrado a distancias largas al competir, en su caso, en carreras de 10 kilómetros.

«Yo nunca he hecho más de diez kilómetros en una competición. Esto no lo hace mucha gente, por eso me gusta», se diferencia el protagonista, que a pesar de haber hecho esa jornada junto a su hermano, la calificó como la más dura de las hasta entonces recorridas a causa del cansancio acumulado, el constante aire en contra y los kilómetros extra realizados para compensar los no recorridos en días anteriores.

Este cambio de planes no lo hizo motu proprio, fueron sus zapatillas las que dijeron basta en Logroño y le obligaron a solo recortar '25' kilómetros al contador final. Es por ello que los dos últimos días antes de llegar a Burgos, y ya con un 'tijeretazo' en su zapatilla derecha que le evita seguir sufriendo unas molestias que estaban suponiendo su mayor obstáculo, ha corrido unos 60 kilómetros. Es decir, unos 120 en solo dos jornadas. De siete de la mañana a cinco de la tarde.

Un esfuerzo que se ha visto compensado con un día de descanso en su casa, el mejor remedio para recargar las pilas, vaciar la mochila más si cabe (llevaba cuatro kilogramos cuando lo normal suele ser llevar diez más) y prepararse para lo que tiene por delante. Unos 500 kilómetros que espera completar el día 17, si todo va bien.

En solitario. El miembro del Atletismo Numantino está aprovechando sus vacaciones en el trabajo para realizar el que había sido siempre uno de sus sueños, sin embargo, lo ha emprendido en solitario a pesar de haber tendido la mano a algún que otro conocido aficionado al atletismo y a los retos a partes iguales. Pero nadie pudo aceptar.

«Sí que lo comenté, habría sido mejor con alguien, pero al final entre el trabajo y otras cosas... pues la estoy haciendo solo. Y realmente tampoco te da tiempo a darte cuenta de que estás solo y lo que ello supone. Estás todo el rato mirando la hora, vigilando los kilómetros que llevas... y además tienes que llegar antes que los peregrinos porque sino te quedas sin sitio en los albergues», explica entre risas Daniel Sánchez. Un valiente que no tiene mejor vehículo que su propio cuerpo.