Un MAX en Siones de Mena

A.C. / Siones de Mena
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Óscar Castaño, Garbitxu para todos, guarda en su casa un gran motivo para seguir trabajando, el Max al mejor espectáculo de calle, otorgado al grupo que dirige y fundó en 1996, Deabru Beltzak, por 'Symfeuny'

Óscar Castaño, Garbitxu, con el Max al mejor espectáculo de calle en Siones de Mena, con los Montes de la Peña de fondo. - Foto: A.C.

Para todos los integrantes de Deabru Beltzak (Diablos negros) «fue duro» dar a luz el espectáculo más grande que habían sacado a la calle desde que comenzaron a trabajar juntos en 1996. En Symfeuny, seis músicos percusionistas y dos pirotécnicos recorren la calle atrayendo al público durante unos quince minutos y después suben durante media hora al escenario, donde «todos nos jugamos la vida». Dentro de sus trajes ignífugos trabajan «al límite» ante la cercanía y cantidad de fuegos artificiales que se manejan.

Para el público es un estallido de adrenalina y una experiencia única con la que Deabru Beltzak acaba de lograr el Premio Max al mejor espectáculo de calle, el mayor reconocimiento de las Artes Escénicas. Su creador, como de casi todos los montajes de la compañía guarda estos días la estatuilla de la manzana con antifaz en su casa de Siones de Mena. Es Óscar Castaño, aunque su nombre en el mundo profesional y personal es siempre Garbitxu, el mote que le pusieron sus amigos en la infancia.

Desde que el lunes recogió el Max junto a su socio en el Teatro Arriaga de Bilbao, sin apenas creer lo que escuchaba ni esperar ganar frente a la gran compañía teatral Yllana como finalista, apenas ha podido dormir. Nunca había atendido a tantas entrevistas, pero a ninguna dice que no. Garbitxu está deseando salir del marasmo que la pandemia ha sembrado en el mundo teatral y cultural. Reconoce que la compañía ha sufrido «demasiado», a pesar del imponente bagaje que acumula con funciones en los cinco continentes y 59 países o el haber trabajado en ocho de los once centros nacionales de creación de teatro de calle de Francia, un país del que le gustaría que «aquí se aprendiera»

Deabru Beltzak con ‘Symfeuny’ sobre el escenario en su estreno en Bilbao en el verano de 2019. Deabru Beltzak con ‘Symfeuny’ sobre el escenario en su estreno en Bilbao en el verano de 2019. - Foto: Oneka Tirado

Y es que «Deabru Beltzak es una institución en Francia», a juicio de Garbitxu, mientras «en Euskadi somos muy conocidos y en España solo somos conocidos». En Siones, donde comenzó a pasar los veranos con 11 años junto a sus padres, muchos desconocen su intensa vida de creador y artista. Desde hace una década convirtió la que antes era la casa de vacaciones en su puerto más estable, pero más de 100 días al año vive fuera en un ir y venir constante por todo el globo. En Siones crea, pero también en las instalaciones del grupo en Bilbao o «a mil kilómetros».

El grupo que fundó con sus amigos siempre tuvo «un sueño», el de llegar al mercado internacional y poder viajar y conocer el mundo. Con esa meta, apostó todo por promocionarse en países de todo el planeta. Y lograron conquistarlo con un cóctel único, el de la percusión y los fuegos artificiales, que han mostrado en escenarios tan multitudinarios como el de la inauguración de la Copa del Mundo de Rugby en Milton Keynes (Inglaterra) ante 42.000 personas o el Paleo Festival, de Suiza. Ahora Symfeuny debía de estar girando por Méjico, pero la pandemia ha pospuesto las actuaciones ya varias veces. También se hubiera visto en 2020 en Portugal, China, Rusia, Bélgica, Italia..., si no hubiera sido por el virus.

Próximas citas. La próxima cita prevista para ver este espectáculo, de momento, es la Feria de Artistas Callejeros de Leoia (Vizcaya) en mayo. Pero el próximo día 23 actuarán en Balmaseda con otro montaje Les tambours de feu, la creación que les catapultó al éxito en 2001. Symfeuny hubiera estado también en la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo de 2020, pero no pudo ser. A Garbitxu le gustaría actuar en Castilla y León. El despegue internacional tras la pandemia se presenta complicado porque todos los países están protegiendo a sus compañías. Burgos ya conoce  a Deabru Beltzak, que no faltaron en los Sampedros o carnavales de la ciudad entre 2005 y 2008.

En Merindades nunca han sido contratados. Garbitxu admite que muchas de las personas con las que incluso sale en el Valle de Mena desconocen su profesión.  En Siones de Mena se aleja de la responsabilidad de manejarlo todo y tratar de que todo se espectacular en cada actuación. Cuando llegó a Siones «quería pegar un cambio, estar tranquilo» tras una etapa de 2003 a 2008 con casi 140 funciones anuales. Allí hace una «vida discreta», en la que disfruta del monte, de las personas que conoce desde su infancia o donde se siente bien viendo como su hijo «respira un poco más sano».