En duda la nueva iglesia de los Testigos de Jehová

H.J.
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El Tribunal Superior de Justicia da la razón al Ayuntamiento en el trámite urbanístico para el Salón del Reino, pero la comunidad dice que no quiere ser "fuente de discordia" y no puede asegurar que salga adelante el proyecto

Protestas vecinales contra el Salón del Reino, en el año 2017, obligaron a modificar el estudio de detalle inicial - Foto: Patricia

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León acaba de dar su beneplácito al estudio de detalle que el Pleno del Ayuntamiento de Burgos aprobó en marzo de 2019 para permitir la construcción del Salón del Reino de los Testigos de Jehová en una parcela cercana a Villímar.

En concreto, ha rechazado el recurso contencioso-administrativo presentado por la comunidad de propietarios de las calles Esteban Granados, Lazarillo de Tormes y Río Viejo, que pretendía la declaración como "nula de pleno derecho" la resolución del Pleno municipal.

El alto tribunal regional avala así la actuación municipal, al menos en lo concerniente al estudio de detalle que ordena los límites del solar situado en la calle Laberinto de la Fortuna, entre la estación de trenes y el antiguo pueblo de Villímar. Considera que la administración ha obrado correctamente, porque la cesión del terreno municipal previsto no implica un cambio de titularidad, porque separa la construcción prevista de las viviendas ya existentes y porque su uso religioso sería compatible con el de equipamiento docente inicialmente previsto.

Sin embargo, la propia sentencia recuerda que sigue abierto otro procedimiento judicial referente al acuerdo de segregación del terreno por una posible vulneración de las ordenanzas del Plan Parcial Villímar 1, en el que se emplaza.

Además, y aunque no impone costas a ninguna de las partes, la sentencia del TSJ que fue notificada a comienzos de este mes refleja que es susceptible de recurso de casación ante el Tribunal Supremo o ante el propio TSJ, por lo que habrá que esperar un plazo de 30 días hasta que se considere firme.

Así las cosas, y tras un accidentado recorrido que incluyó protestas vecinales y polémica política (el entonces grupo municipal de Imagina primero se opuso y acabó absteniéndose), la comunidad religiosa apunta que están "valorando" si continuar o no con el proyecto. Miguel Ángel Rodríguez, delegado de los Testigos de Jehová en la zona, admite que les ha costado años de trámites ante el Ayuntamiento, con sus correspondientes desembolsos económicos que incluyeron la realización de sondeos geológicos, pero subraya que "no hay una decisión tomada porque no queremos generar ningún problema con los vecinos y nuestra postura siempre ha sido colaborar con ellos y no ser un perjuicio".

Colaboración y no perjuicio. Insiste en que la pretensión de levantar un Salón del Reino fue modificado "en varias ocasiones con el propósito de consensuarlo con la comunidad" adyacente, y aun así "ante las protestas nosotros no pedimos exclusivamente ese terreno, no tiene por qué ser este y no sabemos muy bien qué vamos a hacer ahora porque no queremos que sea un problema para ellos y que conlleve una mala fama o un mal nombre a los Testigos de Jehová. Queremos ser fuente de paz y no de discordia", recalcan.

La parcela que el Ayuntamiento aprobó ceder a los Testigos de Jehová tiene una superficie de unos 1.200 metros. Fue segregada de otra que ronda los 11.000 y, tras

la oposición vecinal que se tradujo en manifestaciones y protestas entre 2017 y 2018, la huella prevista para el Salón del Reino se separó unos metros de los bloques de pisos existentes para permitir un mayor distanciamiento. Ahora está por ver si la idea sigue adelante o queda paralizada.