El hallazgo de luminarias certifica la judería de Pancorbo

Ó.C.
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El yacimiento presenta un «gran estado de conservación» y los investigadores consideran probada la existencia de un núcleo hebreo similar al de Burgos

Imagen de las excavaciones de la judería de Pancorbo, por un grupo de estudiantes de arqueología participantes en el proyecto, con varios de ellos procedentes de Italia. - Foto: Ó.C.

El trabajo sobre el terreno donde se encuentra la judería de Pancorbo no ha sido posible en 2020. Las excavaciones se suspendieron por las limitaciones de la covid, pero la investigación no ha frenado. Así lo afirma el profesor de la Universidad del País Vasco Juan Antonio Quirós, quien dirige este proyecto arqueológico. La labor se ha centrado en la divulgación del yacimiento y en el análisis de los restos encontrados hasta ahora. Algunos permanecen en fase de recuperación, pero el responsable valora que «con el estudio de los materiales hemos podido identificar sin ningún género de dudas la presencia de la judería».

La confirmación de la hipótesis con la que trabajaban «no es algo sencillo porque mucha de la cultura material de los judíos resulta similar a la que utilizaban por ejemplo los cristianos». Esta dificultad se ha salvado este año y Quirós enumera dos «marcadores», con los que la presencia hebrea en Pancorbo se confirma: las luminarias encontradas y los restos de alimentación.

Sobre los candelabros documentados, el profesor aclara que se trata «de lámparas rituales que utilizan los judíos en la fiesta de las luces». En concreto en la conocido como Janucá, que se celebra en diciembre. El segundo elemento con el que han atestiguado su premisa inicial incluye restos de alimentación, ya que esta religión «tenía una serie de animales específicos y además hay que tener en cuenta los protocolos de sacrificio y los materiales concretos para seguir los preceptos de la Torá». 

Para entender cómo se han podido recopilar todos estos elementos, Quirós apunta directamente al «gran estado de conservación» de la judería, lo que resulta «bastante raro». Según el investigador, en el caso de Pancorbo el yacimiento permite establecer una cronología  desde el momento en el que aparece esta cultura en el desfiladero hasta que se les expulsa. «Hemos podido estudiar cómo esta judería ocupa en un primer momento un espacio de privilegio, que se termina convirtiendo en un punto de exclusión y casi podemos hablar de un gueto», reconoce el profesor.

Con su marcha por orden de los Reyes Católicos se percibe que «abandonan rápido el lugar y se queda vacío sin que se ocupe nunca más». Esto explica su buen estado y lo que han hallado cuando han excavado, en un asentamiento judío que no era uno más de la provincia, puesto que «en el siglo XIII solo era menor al de Burgos y estaba muy por encima del de Miranda».

Dada su importancia, Quirós afirma sin dudas que cuando se  retomen los trabajos se encontrarán más elementos únicos, como ya ha sucedido. Al margen de los marcadores para concluir la presencia judía, en Pancorbo también se ha documentado una cruz procesional  del siglo XIII por primera vez en un yacimiento de este tipo.