El PSOE y Cs dejaron ayer encarrilada la creación del Gobierno de coalición en el Ayuntamiento. El principal escollo de la negociación, la exigencia por parte del portavoz de Cs, Vicente Marañón, de la portavocía del nuevo Ejecutivo y la negativa del alcalde, Daniel de la Rosa, a entregársela se resolvió con la fórmula intermedia propuesta por el primer edil de que las dos formaciones la compartan.

La reunión, a la que, además de los líderes de los dos partidos, acudieron pesos pesados del equipo de Gobierno como Nuria Barrio, David Jurado, Sonia Rodríguez o Blanca Carpintero y la totalidad de los concejales de Cs, se antojaba clave. Más aún después de que este fin de semana estuviera a punto de romperse la negociación ante la negativa de Marañón, que quería emular el acuerdo de la Junta, a compartir la portavocía. Ya fuera por estrategia o convicción, el líder de la formación naranja estuvo a punto de cancelar el encuentro.

El secretario de Acción Institucional de Cs, Lorenzo Rodríguez,  accedió el mismo domingo a que el encuentro se celebrara. Y como ya ocurriera con la negociación del Presupuesto, mientras Marañón era el que más frenaba el acuerdo,  los otros 4 ediles de la formación naranja, con sus matices, eran quienes más predispuestos estaban a que no se diera por agotado el diálogo.

El encuentro, que se celebró en la Alcaldía y se prolongó durante varias horas, terminó con los concejales de ambas formaciones saliendo juntos de la Casa Consistorial a última hora de la tarde y con la sensación de que el acuerdo, ahora sí, está muy próximo. Mucho se tendrían que torcer las cosas para que los flecos que han quedado abiertos no se puedan cerrar.

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