Creen posible juzgar a 'Angelito' por el caso Shibil

I.E.
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La Guardia Civil ve base para llevar ante el juez al vecino de La Parte de Bureba condenado por asesinar a su vecina y sospechoso del triple crimen de los Barrio por la desaparición del joven búlgaro. Serán la Fiscalía y el juzgado quienes decidan

El sargento Gonzalo Soto y el guardia civil Juan Echevarrieta repasaron con Diario de Burgos el caso. - Foto: Alberto Rodrigo

Este mes de enero se cumple una década de la desaparición, en Briviesca, del joven búlgaro Shibil Angelov, por la cual la Guardia Civil abrió una investigación que, desde el minuto uno, puso el foco sobre Ángel Ruiz, el vecino de La Parte de Bureba condenado por asesinar a una vecina de su pueblo e investigado en estos momentos como presunto autor del triple crimen de la familia Barrio. 

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Benemérita no fijó su atención en este hombre por capricho. La novia del desaparecido, en el momento de interponer la denuncia, «ya declaró que su pareja tenía un amigo mayor, que era de La Parte y que creía que se llamaba Ángel, todo lo cual le parecía raro», comenta ahora Juan Echevarrieta, agente del Cuerpo a cargo del caso. La descripción de esa extraña nueva amistad que había hecho Shibil le resultó familiar a los investigadores de la Guardia Civil. A finales de octubre de 2012 ya le habían detenido por el atropello mortal e intencionado, en el verano del año anterior, de Rosalía Martínez Gandía, una vecina suya de La Parte de Bureba a la que arrolló en la N-232 con un Peugeot 205 que robó en la localidad cercana de Vileña. Sin embargo, el juzgado lo dejó en libertad con cargos y con la prohibición de acercarse a su pueblo.

Una vez en la calle continuó con su vida y con esa relación con el desaparecido que la Guardia Civil sigue ignorando cómo se inició, «pues el entorno de Shibil no supo explicar el vínculo entre dos personas de edades tan alejadas y costumbres tan distintas», explica el sargento Gonzalo Soto. Nada más iniciar las pesquisas los investigadores solicitaron al juzgado de Briviesca el tráfico de llamadas al teléfono del joven búlgaro. Y se percataron de una circunstancia esencial, que Ángel Ruiz le había telefoneado en numerosas ocasiones los días previos a su desaparición, pero que «esas llamadas cesaron el día» en que su novia presentó la denuncia. 

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