Javier Varona es un joven futbolista de 24 años que acaba de celebrar el ascenso a Segunda RFEF con el CD Diocesano de Cáceres. Dio sus primeros pasos como futbolista en La Deportiva hasta llegar en su etapa como juvenil al Burgos CF. Posteriormente vistió la camiseta del Bupolsa una campaña y media -la 17-18 y la mitad de la 18-19- para poner rumbo a Estados Unidos en busca de una oportunidad que le llegó, pero que la pandemia se la arrebató.

Charlando con él nadie adivinaría que su lugar de nacimiento fue Virginia, localidad situada en Washington DC. Los caprichos del destino provocaron que naciera en USA, lo que le ha permitido tener doble nacionalidad. Su madre viajaba con asiduidad a Norteamérica, ya que tenía familia allí. En uno de esos viajes, el ahora lateral izquierdo de Diocesano llegó al mundo, aunque semanas después regresó a España. 

Fue en abril de 2019 cuando decidió regresar a sus orígenes para probar suerte en su fútbol. Se enroló en un torneo de verano al que suelen acudir ojeadores de los distintos equipos estadounidenses para descubrir nuevos talentos con la intención de convencer a alguno de los técnicos allí presentes.

«Tenía ganas de intentarlo, de probar y me puse en contacto con uno de los equipos para disputar esta competición. La verdad que me salió bien y el DC United, equipo que milita en la MLS, habló conmigo para que jugara en su filial, que está en la segunda categoría», explica.

La apuesta del 'burgalés de Virginia' había salido redonda y pactó un contrato en el que iba a ganar lo suficiente como para vivir del fútbol. «Además tenía la oportunidad de luchar por tener una oportunidad en el primer equipo», señala.

Sin embargo, el coronavirus se adueñó de nuestras vidas en los primeros meses de 2020, justo cuando los equipos estadounidenses comienzan la pretemporada. Ya había comenzado a entrenar con su nuevo equipo, pero todo se paralizó por la pandemia. «Me quedé en  Washington seis meses y en agosto regresé a Burgos», comenta.

Su oportunidad se había esfumado y en la capital burgalesa comenzó a entrenar con el Burgos B, al que comenzó entrenando Óscar Río 'Fosky'. Se hizo un hueco en el equipo y llegó a un acuerdo para vestir la camiseta del filial burgalesista. «Lo cierto es que acepté la propuesta del Burgos B un poco tarde y no me percaté de que mi tránsfer lo tenía el DC United. No hubo tiempo para solucionar los trámites burocráticos, pero me quedé entrenando con el equipo. Era uno más, pero no tenía ficha», comenta.

Acabó jugando la segunda vuelta con el Briviesca, ya que su intención era la de competir. Ese verano de 2021 volvió a probar en diferentes equipos españoles hasta que le surgió la oportunidad del Diocesanos gracias a la mediación de Germán Marijuán, con el que coincidió en el Bupolsa, y que Alfonso Senso 'Fito' ya conocía a Varona.

El fútbol le devolvió la que le debía y en el conjunto cacereño ha sido uno de los habituales en las alineaciones y ha disfrutado de una temporada redonda en la que la escuadra extremeña ha conseguido con antelación el ascenso. «He vuelto a disfrutar jugando al fútbol y eso es algo que le debo al Diocesano. Si cuentan conmigo estaré encantado de continuar», indica el futbolista.

Pese a todo, sigue teniendo una cuenta pendiente con estados Unidos y su 'soccer'. Aún lamenta la oportunidad que se le escapó y no descarta el volverlo a intentar. «Me he quedado con las ganas y no descarto que lo intente otra vez. Al tener doble nacionalidad lo tengo más fácil y creo que es algo que volveré a probar a ver si tengo suerte otra vez», concluye.