Primeras pedaladas que suman 712 kilómetros

R.E.M. / Villaverde del Monte
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Mateo Villa, de solo 4 años, ha aprovechado el verano para recorrer con su bici eléctrica el entorno de su pueblo, Villaverde del Monte, y conocer la comarca con su padre y su abuelo

El pequeño Mateo ha realizado las rutas junto a su padre, Héctor, y su abuelo, Inocencio, y las publican en su canal de YouTube 'Willaworld'. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Las bicicletas, los niños y el verano caminan de la mano. Pero más allá de dar pedaladas para ir a la plaza, a la piscina, al río o convertirse en el único medio de transporte durante las vacaciones, los nuevos avances tecnológicos permiten recorrer grandes distancias sin que importe la edad. Hasta 712 kilómetros ha sumado Mateo Villa, de cuatro añitos, estos tres últimos meses con su nueva bicicleta eléctrica y eso le ha permitido llevar a cabo múltiples rutas para conocer la naturaleza, los animales y el patrimonio cultural de la comarca del Arlanza partiendo siempre desde su pueblo, Villaverde del Monte.

«A mí me han traído al pueblo desde pequeño, es lo que más me gusta, siempre que puedo me vengo y se lo quiero inculcar a él, si viene ahora y tiene una afición como esta a medida que crezca seguro que bajará aquí», comenta Héctor, padre de Mateo. Este tipo de bicis no se pueden tener en la capital puesto que alcanzan una velocidad considerable, de hasta 21 kilómetros por hora, por lo que resultan perfectas para ir por los caminos de pueblo en pueblo. Todas sus rutas, además, las han publicado en su canal de YouTube Villaworld y animan a todas las familias a llevar a cabo iniciativas deportivas de este tipo en el medio rural.

Todo empezó cuando Héctor fue padre de su segunda hija en diciembre y eso generó tener menos tiempo en su día a día, por lo que decidió comprarse una bici eléctrica de montaña «para poder salir de casa una hora y estar rápido si hace falta», comenta. Su afición se la trasladó al pequeño Mateo y le regaló una bici eléctrica con tan solo 3 años, con la que dieron algunos paseos cortos. Le encantó, pero el problema estaba en la autonomía, que solo llegaba a 16 kilómetros. Por eso, para llegar a pueblos más lejanos encontró -en una web holandesa- una bici mejor y mucho más cómoda al disponer de unas ruedas de mayor tamaño -de 16 pulgadas-, aunque tuvieron que adaptarla con otras tres baterías.

También el abuelo Inocencio ha vuelto a pedalear y se ha sumado a estas aventuras pese a haber colgado su bici hace cinco años. «Al vernos a nosotros que salíamos pues se animó», expresan. Villangómez, Villafuertes, Cogollos, Madrigal del Monte, Villamayor de los Montes, Pampliega, Presencio, Tordómar, Hontoria de la Cantera, Zael, Arenillas de Muñó, Arcos de la Llana... son solo algunos de los 32 pueblos que han alcanzado. Empezaron con rutas de 20 kilómetros hasta llegar a la más larga de 54 kilómetros, en la que pasaron por Mahamud, Santa María del Campo, Escuderos, Torrepadre y Villahoz.

El calor ha apretado mucho este verano y eso les ha obligado a madrugar para salir a las 8 de la mañana y llegar a casa sobre las 12 y media como muy tarde. Así, Mateo además de disfrutar de las vacaciones ha descubierto la naturaleza de primera mano al ver corzos, «que había una barbaridad», conejos, liebres, águilas o buitres, mientras también han comprobado que en este momento quedan muy pocas codornices y perdices.

«Un problema que existe por la sequía es que vas pasando por muchos ríos y no tienen agua, les puedes atravesar de lado a lado», comenta Héctor, que destaca que a su hijo le ha gustado especialmente divertirse en los diferentes parques por los que han pasado y también le han llamado la atención las casas abandonadas. «Luego pasamos con el coche y recuerda las zonas por las que hemos estado», comenta este padre orgulloso de compartir la afición por el deporte y por la vida del pueblo con su hijo.