Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Insensatos llorones

04/11/2022

Es condición humana achacar defectos y errores propios a decisiones ajenas. Y parece condición insensata de muchos políticos, además, crear cortinas de humo para difuminar los aspectos negativos de la gestión propia y, de paso, presentarse como adalides en la defensa a ultranza del bien común de sus representados. Poco les importa que tamaña y ficticia defensa numantina provoque a la larga daños colaterales de imposible reparación.
El enfrentamiento dialéctico entre los alcaldes de Valladolid y León no es algo nuevo. El enfrentamiento estos días entre Óscar Puente, alcalde de Valladolid, y José Antonio Díez, de León, recuerda al que históricamente mantuvieron León de la Riva y Mario Amilivia. Ambos del PP como los dos primeros lo son del PSOE, lo que no deja de ser curioso. En todo caso demuestra que cuando de captar votos se trata no existen complicidades ni lealtades. Si la memoria no falla, León de la Riva generalmente era el provocador, de la misma forma que ahora lo ha sido el edil de Pucela.
Puente se atribuyó días atrás el crecimiento de Valladolid a su gestión personal y no «al mantra del centralismo ni al trato que recibe de la Junta». Díez reconvino a su compañero de partido y le dijo que no necesitaba provocar permanentemente y le pidió «un poco de objetividad» en el manejo de las cifras. Puente replicó aconsejando a Díez que «llore un poco menos y trabaje un poco más». El primero entiende que en la provincialización de los presupuestos León percibe 151 millones frente a 85 Valladolid, mientras que Diez denuncia que hay gato encerrado y que Valladolid recibe 6.000 millones ocultos en el Presupuesto General. Sin entrar en la interpretación de las cifras, que expertos al respecto existen, lo que parece evidente es que el resultado para los contendientes es desigual, porque mientras Oscar Puente seguramente rentabiliza personalmente la contienda, en el caso de León quien sale más beneficiado no es Diez sino es el leonesismo y quien con más rédito actualmente lo representa, La Unión del Pueblo Leonés. Y todo a costa de alimentar una inquina innecesaria en deriva de cronificación.