El número de centros educativos de Castilla y León que siguen apostando por el bilingüismo sigue creciendo curso tras curso, pese a que el modelo es cuestionado por padres, profesores y alumnos, incluso la consejera de Educación, Rocío Lucas, apuntó en julio de 2021 que la Junta contemplaba una «reforma» para reforzar el sistema que todavía no se ha planteado. La realidad es que el programa, que se inició en el curso 2006-2007 en la Comunidad y cuenta en la actualidad con 521 colegios e instituto adheridos, sólo ha contabilizado once bajas desde 2017 frente a los 29 centros que sumaron al bilingüismo en ese mismo periodo.
Unas revocaciones que se adoptan por decisión de los propios colegios e institutos y que se reparten entre siete centros públicos y cuatro concertados. Las causas generales por las que solicitan salirse del programa son que no ha cumplido con las expectativas con las que se creó y las dificultades de los alumnos para asimilar los contenidos de la asignatura impartida en un idioma extranjero, en la mayoría de los casos en inglés.
Los últimos que se van a incorporar a este listado de los que abandonan el bilingüismo durante el próximo curso serán Las Cogotas de Cardeñosa (Ávila) en Primaria, Claret de Aranda de Duero (Burgos) en Secundaria, Santa Catalina de Aranda de Duero (Burgos) en Primaria, San José de Segovia en Primaria y Teresa Revilla de Fresno el Viejo (Valladolid) en Primaria, todos ellos para el idioma inglés. La supresión de las secciones se realizará con carácter progresivo a partir del primer curso de la etapa correspondiente, como recoge la orden publicada ayer en el Bocyl.
Estos se sumarán al María Auxiliadora y Misioneras de la Providencia en Salamanca; el Antonio Allúe Moner en Valladolid; el IES Leopoldo Cano de Valladolid y el CEIP Isabel de Castilla en Serrada (Valladolid).
Analizar las causas
Desde la Asociación de Enseñanza Bilingüe, su presidente, Xavier Gisbert, advierte que es necesario combatir el «falso alarmismo» generado por el abandono de estos programa en algunos centros, ya que es algo «minoritario». «Los únicos sitios en los que ha habido abandonos ha sido en Castilla y León y en Navarra y el número de centros es muy bajo en ambos casos», matizó Gisbert.
En su opinión, se deben analizar las causas por las que estos colegios e institutos dejan el programa, porque «es el resultado de un fracaso» que se puede deber al modelo, a la falta de recursos, al mismo centro o a los profesores. Gisbert puntualizó que la Administración castellano y leonesa «lleva años trabajando en la cantidad de centros y olvida la calidad de la formación para lo que son necesarios más recursos». Además, consideró que Castilla y León «ha abusado de un nombramiento de oficio» de los centros, cuando debería ser algo «voluntario» y afirmó que el modelo actual «es mejorable» por lo que la Consejería de Educación debería replantearlo para mejorar los contenidos que se imparten.