San Juan del Monte impulsa con fuerza a la economía mirandesa

Ó.C.
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Miranda agradece la vuelta tras dos años de parón. "No te das cuenta de la importancia que tiene hasta que falta", relatan algunos negocios, que trabajan sin parar desde hace varios meses

En El Gallego ya no pueden confeccionar más blusas para estas fiestas. - Foto: Ó.C.

San Juan del Monte está cerca. Las celebraciones comenzarán este próximo fin de semana y en el primero de junio, Miranda volverá a teñirse con el colorido de las cuadrillas. Regresa la tradición tras dos años de pandemia, pero más allá de los actos, las fiestas suponen un gran impulso económico. Las estimaciones habituales apuntan a que cada sanjuanero gasta una media de 200 euros y en la Cofradía han contabilizado 9.700 carnés, por lo que aproximadamente el gasto rozará los dos millones de euros. Esta cantidad la sienten los negocios vinculados con las fiestas, que reconocen que llevan «meses de intenso trabajo».

«No te das cuenta de la importancia que tiene hasta que falta», afirma Gabriel Santamaría de la copistería Tecnoplan, donde muchas cuadrillas hacen camisetas, propagandas para las blusas, escudos o pancartas. En marzo, la Cofradía anunció que volvería la normalidad y desde entonces las peñas empezaron a moverse «y a partir de ahí todo ha ido muy rápido», reconoce. «Después de dos años sin hacer nada, la gente está muy animada y se nota más movimiento que otras ediciones», opina Santamaría, quien añade que «las peñas están haciendo más cosas, aunque sea para menos gente».

Otro negocio que también nota con fuerza desde hace un par de meses el impacto de SanJuan del Monte es Confecciones El Gallego. A esta tienda centenaria acuden a equiparse con su blusa, pañuelo y faja muchos sanjuaneros. «Esta siendo bastante locura. Ya no podemos hacer más blusas porque las modistas no dan a basto e incluso nos falta género», admite Montse Martínez, que aclara que «todavía tenemos de algunas cuadrillas guardadas, pero las que no estén hechas no las podremos hacer». 

Martínez se hizo con este tradicional negocio en marzo de 2021. Por lo tanto, se estrena en San Juan del Monte «y en un principio tampoco sabíamos cómo iba a ser». A falta de dos semanas ha comprobado de primera mano qué supone para negocios como el suyo. El número de blusas que han vendido -cuestan unos 26 euros- «no te lo sé decir, porque han sido muchísimas», expone. Este año, los protagonistas han sido los más pequeños, ya que tras dos años han cambiado de talla y «se ha notado muchísimo», concluye.

De cara a las jornadas grandes de las fiestas, el consumo de comida, pero sobre todo de bebida aumenta considerablemente. Las cuadrillas hacen acopio y uno de los puntos habituales de suministro es el hipermercado E.Lecrec. Ángel Roche detalla que «tenemos todo preparado y tenemos bastantes encargos de las cuadrillas, porque llevamos dos años sin fiestas y hay ganas».

En muchas peñas anuncian que habrá menos componentes, pero en la superficie comercial indican que «no se si saldrá menos gente, pero nosotros notamos la actividad de todos los años y las cuadrillas están haciendo prácticamente los mismos pedidos», por lo que Roche confiesa que «no notamos diferencia, lo que sí que se ve es que la gente tiene muchísimas ganas». La sensación la tienen porque «no es un trabajo de la semana de antes de las fiestas», ya que empiezan mucho antes «colocando la exposición y tenemos que tener gente para atender a las peñas y para hacer las preparaciones, por lo que a estas alturas toca trabajar y trabajar».

Hay más sectores implicados, como el de los centros de estética. En este caso, notan la demanda de sanjuaneros pero también entre las personas que marchan de puente a la playa. En Azalea indican que «en San Juan siempre es la época de más trabajo. Desde hace semanas estamos a tope incluso hacemos lista de espera». Los servicios con más tirón están «las depilaciones y el solarium», afirma Berta Velasco.

En las semanas previas, la hostelería observa cómo la expectación crece. Para ellos, la ola económica llegará sobre todo los días de fiestas y ahí tendrán el verdadero pico. Aún así, ahora también aumenta su trabajo y sobre todo deben calcular el volumen que pueden tener. «No sabemos si va a haber mucha o menos gente, pero sí que vemos que hay ganas», afirma Pepe Rey, que matiza que «todos los restaurantes tenemos las plazas cogidas y los bares tienen una previsión bastante buena».