Doce campanadas han anunciado desde la iglesia de San Gil la salida de los más de cien niños que han participado en la procesión del Amor y la Esperanza, que cumple ya cinco años y es una de las citas imprescindibles de la Semana Santa y la única protagonizada por los jóvenes cofrades. La comitiva ha recorrido las calles San Gil, Avellanos, San Lorenzo y San Francisco, para volver al punto de partida, donde los pequeños han lanzado un beso a la Virgen del Socorro, portada por 12 de ellos durante el desfile. 

La procesión ha parado frente a la iglesia de San Lorenzo, donde los niños y todos los presentes han entonado tres veces el Avemaría en homenaje a la Virgen. La procesión, organizada por la Parroquia de San Gil y Real Hermandad de la Sangre de Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores, se ha completado con la participación de las cofradías burgalesas de María Santísima de los Dolores, Cristo Resucitado, Coronación de Espinas y Cristo Rey, San Gil, Nuestra Señora la Virgen de la Alegría, Santa Columna, y de la Soledad.