Quince años con la música como hilo conductor de la madurez da para mucho. La arandina Ana Rodrigo lo plasma en su evolución como artista y en las letras de sus composiciones, con las que empezó cuando tenía 12 años en la Escuela Municipal de Música. «Me apunté a guitarra y hacía clásico, pero siempre he sido muy inquieta y me gustaba componer», rememora esta joven enfermera de 27 años, que ahora compagina su labor en las Urgencias del Hospital de La Paz de Madrid con las clases que imparte a personal sanitario en el CEU. Dos profesiones vocacionales entre las que saca todo el tiempo que puede para su otra pata vital: la música.
Entre clases de canto y piano, está ahora inmersa en la producción de los temas de lo que será su primer EP, con cinco temas compuestos en momentos muy dispares de su vida. El primer single, que ya está disponible en plataformas de streaming, Antídoto, fue lo último que salió de su cabeza, en pleno confinamiento. «Haber vivido la pandemia, también como enfermera, me llevó a hacer esta canción», confiesa Ana Rodrigo, para definir lo que quiso trasladar con este tema. ««El concepto ‘antídoto’ se asocia al resguardo que nos impulsa a conseguir esa paz mental a la que a veces tanto ansiamos llegar pero es inevitable no saber cómo hacerlo», recalca.
Además de ser el avance de su primer trabajo discográfico, Rodrigo tiene mucho cariño a este tema, no solo por lo que significa para ella sino por con quien le ha dado la forma final. «Es una canción muy especial porque la comparto con Charlie Creek, la hemos diseñado entre los dos y él que lleva mucho tiempo en el mundo de la música, se trabaja muy bien con él, es autodidacta, muy emprendedor y somos amigos desde hace mucho, por eso la hace especial», confiesa.
cambio de rumbo. En esta canción se pueden ver algunas de sus influencias como cantante y compositora. «Primero empecé como cantautora, en mis conciertos en acústico, algo parecido al concierto que di el primer día de las fiestas de Aranda», apunta Rodrigo, que reconoce que ahora el abanico de fuentes en las que bebe es mucho más amplio. Si busca un género en el que adscribirse, le cuesta decantarse por alguno. «Ahora estoy en un momento de cambio, mi estilo es más electro pop, como el primer single del EP, más indie o indie pop», se define, sumando a la lista de referencias algunos de los grupos de los que toma ejemplo para interiorizar formas de expresarse y hacerlas suyas, como Zahara, Vetusta Morla, incluso Shinova.
Consciente de que la música es un mundo complicado para dedicarse solo a él, y sin intención de dejar sus otras dos vocaciones, Ana Rodrigo opta por ir regalándonos los oídos con pequeñas píldoras de sus composiciones. «Ahora en el sector funciona más el ir sacando un single cada dos o tres meses y que se vaya moviendo por distintas plataformas a sacar de golpe todo el EP», explica la compositora, que ahora se encuentra en plena producción de su nueva canción, con vídeo clip de la mano, al igual que hiciese con Antídoto. «Dentro de unas tres semanas sacaré el siguiente y poco a poco irá tomando forma mi primer EP», del que se resiste a dar aún el título, no vaya a ser que decida cambiarlo en el último momento.
Ana Rodrigo, ya de vuelta a Madrid, entre turnos hospitalarios y clases, reconoce que fue muy especial para ella poder actuar ante los suyos. «Tocar en casa siempre es un plus, porque además de hacerlo delante de mucha gente que te conoce, es una forma ideal de compartir lo que haces con tus paisanos», reconoce orgullosa de su tierra y sus orígenes. En el horizonte, una de sus ilusiones sería poder volver a actuar en Aranda, «si fuese en el Sonorama sería lo más, esa el como la Meca de la música», aunque ahora está centrada en sus nuevos temas antes de plantearse su presentación en directo.