La campaña extraordinaria de asfaltado a la que el Ayuntamiento de Burgos destina 2 millones de euros se está topando con dificultades y se retrasa de nuevo. El equipo de Gobierno confiaba en iniciarla en septiembre, algo que no ha sucedido, y muy posiblemente se desarrollará en noviembre, lo que obligará a trocearla en dos fases, dado que este tipo de trabajos debe desarrollarse en una condiciones determinadas de temperatura y ausencia de lluvia. Al concurso convocado se presentaron 9 empresas, pero una de ellas ha incurrido en baja temeraria y la mesa de contratación ha pedido que justifique las cifras para lo cual tiene un plazo de 15 días. Posteriormente, la mesa de contratación deberá proceder a la adjudicación y a la firma del contrato, de modo que la fecha se irá a mediados de noviembre.

De ahí, que el concejal de Obras y Vías Públicas, Miguel Balbás, contemple la posibilidad de que cuando se formalice el contrato se hable con la empresa adjudicataria para ver si se pueden hacer unas calles este año y dejar las otras para el próximo. 

Comprenderá actuaciones parciales en nueve calles y totales en tres viales, la avenida Monasterio de las Huelgas, la calle Merindad de Castilla La Vieja y la carretera de Poza. Será precisamente esta última actuación en la carretera de Poza la que se llevará el mayor presupuesto de la actuación extraordinaria de asfaltado, con un total de 278.000 euros.

Por su parte, las actuaciones parciales se llevarán a cabo en las calles Reina Leonor, Pozanos, Islas Canarias, Merindad de Montija y Madrid, así como en la plaza Vega y dos tramos de la calle Vitoria, entre la plaza del Rey y la avenida de la Constitución y entre el cruce de la calle La Demanda y la avenida Juan Ramón Jiménez.