La victoria ante el FC Andorra supuso un auténtico bálsamo para el Burgos CF. Llevaba desde el 29 de octubre sin ganar en El Plantío y acumulaba cinco partidos oficiales sin lograr el triunfo, cuatro en Liga y uno en Copa. De hecho corría peligro su presencia entre los seis primeros. Sin embargo esos tres puntos afianzan al equipo burgalés en esa zona noble a la espera de un tramo de Liga realmente exigente. Más allá de la entidad de sus rivales, quizás el mayor problema es que tres de los cuatro próximos encuentros serán lejos de Burgos. 

Málaga, Levante, Las Palmas y Real Oviedo son los próximos rivales. Cuatro clubes históricos cuya situación actual es muy diferente.

La primera cita será este sábado (16.15 horas) en La Rosaleda. El Málaga está sufriendo y mucho esta temporada. Ya la pasada sufrió para mantenerse y pese a la inversión hecha esta campaña la situación no ha mejorado. Está en puestos de descenso, tras una última derrota muy dolorosa en el minuto 90 en Eibar. Sin embargo se está reforzando mucho y bien en este mercado de invierno, con incorporaciones importantes como la de Lago Junior, un futbolista muy peligroso en ataque y que puede completar una delantera explosiva con Rubén Castro. El Málaga necesita puntos ya y la principal arma del Burgos puede ser precisamente jugar con esa ansiedad y necesidad de su rival.

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