El HUBU cerró el 2022 con los peores datos de lista de espera para primeras consultas desde que hay registros, al sumar 41.703 personas pendientes de ver al especialista. Son 6.617 más de las que acumulaba ese listado hace un año, debido a que en más de la mitad de sus casi treinta servicios ha habido aumento de las demoras. A la cabeza en incrementos porcentuales están Alergología, Nefrología, Neurocirugía y Oncología Radioterápica, que concluyeron el pasado ejercicio con el doble de pacientes de los que tenían pendientes el anterior (o más). Pero también hubo aumentos importantes (de más del 50%) en Traumatología, Reumatología, Ginecología, Cirugía General y Psiquiatría.
Hay casos en los que el aumento tiene una primera explicación evidente, como sucede en Cirugía General: no solo es un servicio con mucha presión asistencial, sino que el año pasado hubo una reactivación de la actividad quirúrgica (con todos los quirófanos del HUBU abiertos, peonadas y externalizaciones) que repercute en las consultas de este servicio.

Algo parecido podría justificar lo sucedido en Psiquiatría, dado que hay datos concretos que evidencian que hay más personas con enfermedad mental como, por ejemplo, depresión. Algo que el jefe de servicio en el HUBU, Juan Antonio García Mellado, explicaba el domingo en este periódico en relación con la depresión.

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