El alcalde no va a dar marcha atrás en su decisión de arrebatar la dirección técnica del Plan de Emergencias de Burgos (Pembur) al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento después del desencuentro que mantuvo con el jefe del parque, Miguel Ángel Extremo, por un conflicto laboral que, según De la Rosa, derivó en algunos episodios de dejación de funciones del máximo responsable de los Bomberos. A pesar de que la relación entre ambos no pasa por su mejor momento, el regidor municipal quiso dejar claro ayer que Extremo goza de «toda» su «confianza», expresó el «reconocimiento» a «su compromiso con el servicio», respaldó su gestión y manifestó el deseo de que «siga liderando el parque durante muchos, muchos años». «Tenemos la suerte de contar con un excelente jefe de Bomberos, muy preparado y muy comprometido», subrayó al final de su discurso en el día del patrón del Cuerpo, San Juan de Dios.

Al margen del Pembur, que vuelve a la Policía Local, el alcalde decidió también arrebatar la elaboración de los planes de seguridad de eventos municipales a los Bomberos para encargárselos a Protección Civil. Según De la Rosa, un litigio de Extremo con la Concejalía de Personal por no reconocerse sus nuevas funciones de forma oficial nunca debió derivar en que el jefe del parque, por ejemplo, no diera orden de verter fundentes el día de la Cabalgata, algo que niega Extremo, quien alega que estaba de vacaciones y que el Servicio no fue invitado días antes a una reunión de varias áreas para su organización.

El caso es que la relación casi 'idílica' entre De la Rosa y Extremo se ha deteriorado en los últimos meses por esta causa, si bien el alcalde no ha dudado nunca de su valía, preparación y compromiso, algo que quiso remarcar ayer públicamente.

El alcalde lo hizo después de que el jefe del parque pronunciara un discurso en el que no quiso dejar de advertir «la poca apuesta» que el Ayuntamiento «ha hecho para que los Bomberos lideren la respuesta a las emergencias en Burgos», una circunstancia que aboca al servicio «a un punto de estancamiento», lamentó. Asimismo, pidió que se dote al departamento de Prevención con el personal suficiente -faltan 4 cabos- para afrontar las funciones que han de asumir con la Ley de Protección Ciudadana de Castilla y León. También urgió la convocatoria de los procesos de promoción interna para que se puedan «incorporar más bomberos a una mermada plantilla».  De la Rosa recogió el guante y, tras reconocer que la llegada de 22 nuevos efectivos en su mandato «no es suficiente», asumió el compromiso de «lanzar este año los concursos para la promoción interna».

Ambos subrayaron la importancia de que la profesionalización llegue a todos los parques de bomberos de la provincia. El alcalde afirmó que los convenios con la Diputación han de superarse y que «la fórmula debe ser un consorcio» que una los intereses de las comarcas, Burgos, Aranda y Miranda. Extremo hizo un llamamiento para que la Diputación «dé un paso adelante para la mejora de un servicio esencial».

La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, recordó que en el presente mandato se ha renovado el parque móvil del Cuerpo -algo que el propio Extremo subrayó en su discurso- y expresó su compromiso de seguir haciéndolo. De hecho, ya están fabricándose una autobomba rural y dos vehículos auxiliares. Anunció que la piscina de entrenamiento, abandonada durante años, se arreglará en los próximos meses.

Tanto ella como De la Rosa destacaron la profesionalidad, la dedicación y el carácter solidario de los bomberos, a quien Extremo recordó: «Nunca olvidéis que en nuestros actos y nuestro criterio descansa la tranquilidad de los burgaleses».