La ciudad de Burgos aspira a ser Capital Europea de la Democracia en 2022. La Sociedad de Promoción, Promueve, presentó la candidatura y ayer su presidente y vicealcalde, Vicente Marañón, acudió a Viena para defender la propuesta burgalesa. 

Es la primera edición de esta iniciativa cuyo objetivo es innovar y reforzar la democracia para a escala local. La marcha del director de Promueve, Alberto Molina, obligó a Marañón a asistir a la primera reunión en la que puso en valor el trabajo que realizan las juntas de distrito para fomentar la participación ciudadana o las consultas a los burgaleses para elegir actuaciones en barrios como fue la realizada para la remodelación de la calle Vitoria. «La ciudad ganadora se conocerá en febrero de 2023 y empezará a ejercer en septiembre de ese año», afirmó el vicealcalde. 

Hasta ahora una docena de ciudades han mostrado su disposición a ser Capital Europea de la Democracia. De España están en la carrera Burgos y Barcelona. También concurren Bruselas, Amberes, Braga o Sarajevo, entre otras. 

La ciudad que reciba este título se comprometerá a poner en marcha nuevos proyectos orientados a fortalecer la democracia en su ámbito. Los principales temas del programa anual serán las nuevas tecnologías, el cambio climático, la participación ciudadana y la educación.

Se invitará a organizaciones y fundaciones internacionales a que realicen sus propias actividades en la ciudad seleccionada, tales como encuentros de jóvenes, ferias de diversa índole o festivales culturales.