Enrique Mena elige Espinosa para abrir un museo de pintura

A.C.
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En la magnífica pinacoteca mostrará unas 200 obras de artistas españoles, una vez que transforme "en una especie de Guggenheim local" el antiguo Hotel Las Nieves

El antiguo Hotel Las Nieves, a la derecha, será sede del nuevo museo en el centro de Espinosa. - Foto: A.C.

Su primera adquisición fue un grabado del impresionista Darío de Regoyos y Valdés (Ribadesella,1857-Barcelona, 1913). La última, una copia del Descendimiento de la Cruz de Pedro de Campaña (Bruselas 1503-1580). Entremedias hay muchas décadas y 520 cuadros, dibujos, grabados y obras de arte, una magnífica colección que en parte se exhibirán en el museo que Enrique Mena proyecta abrir en Espinosa de los Monteros. Todo está en marcha para que la idea que nació hace ya tres años comience a tomar forma y el antiguo Hotel Las Nieves transforme su interior "en una especie de Guggenheim local", como lo describe quien es el propietario de la mayor parte del edificio desde el 27 de agosto de 2021.

Enrique Mena tuvo "la gran suerte de tener un buen profesor de Historia del Arte y la Cultura" en el colegio del Pilar de Madrid donde se formó. Pero no fue el Pilar de la calle Castelló, archifamoso por formar al expresidente Aznar y a una larga lista de políticos y hombres de empresa, sino otra sede. En el aula, aquel profesor, José Antonio Garmendía, inoculó en el futuro jefe de inversiones del Banco Urquijo en Bolsa el veneno de la pasión por el arte y la historia. Mientras vivía una "época de trabajo y sufrimiento", como describe la etapa que le tocó vivir en el Banco Urquijo, y una vez que ya había liquidado su hipoteca, aquello que quedaba "de sobra y sobra" se iba en cuadros. Su visión también ganó amplitud gracias a unos grandes aliados, los viajes que por todo el mundo realizó con sus padres y su hermana Margarita María de las Nieves, con quien comparte la propiedad del futuro museo.

De los 520 cuadros adquiridos a lo largo de toda una vida, solo ha vendido uno y aunque dice que quiere dejar ya de comprar nueva obra, parece difícil que lo cumpla. Y por qué quiere mostrar en Espinosa su extensa colección. Pues porque en la villa descansa lo más importante de su vida y allí siempre queda un pedazo de su corazón cuando sale en dirección a su residencia en Madrid. Cuando su madre estaba a punto de dar a luz en el verano de 1950 se encontraba en Espinosa, lugar de nacimiento del patriarca, también Enrique Mena. Pero prefirió desplazarse a la capital para acudir a su clínica de confianza. Así que el coleccionista a punto estuvo de nacer en la villa que ahora quiere convertir "en la Málaga del norte".

Dos cuestiones le han movido a crear el futuro museo, aún sin un nombre definido, su interés por aportar su grano de arena a la España vaciada, especialmente a su segunda casa, y por dar visibilidad a numerosos artistas. "Había una pléyade pintores magníficos en el franquismo que eran los que yo he conocido, he visto, he analizado y que merecían tener un espacio donde poder ver su obra, puesto que la pintura tiene ese problema, ahora que está en manos privadas, y es que faltan espacios públicos donde verla", resume.

Revolución interior. Cuando supo de la venta del antiguo Hotel Las Nieves no dudó en desplazarse en cuanto pudo para visitar el edificio ubicado en una esquina privilegiada de la plaza Sancho García. Desde que un grave incendio arrasó con su actividad en 1977, nunca más ha vuelto a tener vida, salvo por los negocios de su planta baja y una vivienda que ocupa parte de la primera altura. La sorpresa para Enrique Mena fue que el inmueble de cuatro plantas y ático cuenta con una estructura metálica en muy buen estado y un robusto tejado a prueba del frío norteño. Transformar su interior para albergar alrededor de 200 obras es una tarea que puso en manos de la empresa ARTEC. Con su proyecto arquitectónico, la firma Construcciones Basurto será la que en breve inicie las obras, una vez que el Consistorio ha concedido la preceptiva licencia. Como marca la protección urbanística del casco histórico, el exterior del inmueble permanecerá tal cual, pero en su interior se vivirá una revolución.

Una rampa en forma de pasillo irá rodeando el exterior del edificio de una planta a otra y en cada una de las tres alturas del museo se construirá un cubo o habitáculo, que permitirá colgar obras tanto en su interior como en el exterior de sus paredes, algo que también será posible a lo largo del pasillo circundante al edificio. Cómo se distribuirán por sus paredes es una tarea que determinará el propio Mena con el asesoramiento de su buen amigo, el galerista César Cuéllar. La idea inicial es que el museo reúna una colección permanente y a ella se sumen exposiciones temporales.

Asimismo, el museo contará con un espacio donde historia y pintura se den la mano, dado que muchas de las obras del coleccionista miran hacia importantes episodios del pasado. Convencido de que su futuro museo atraerá a "grandes amantes de la pintura", Enrique Mena avanza que entre sus propiedades se cuentan obras de genio Salvador Dalí (Figueras 1904-1989), Pablo Picasso (Málaga 1881-Mougins 1973); Joan Miró (Barcelona 1893-Mallorca 1983); Francisco Iturrino (Santander 1864-Francia 1924); José Jímenez Aranda (Sevilla 1837-1903); Juan Barjola (Badajoz 1919-Madrid 2004); o Carmelo García Barrena (Bilbao 1926-2000).

Presume de que los mejores Iturrinos se encuentran en el Museo Municipal de Santander y en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, pero pronto "también estarán en el museo de Espinosa de los Monteros". Insiste en que su objetivo es inaugurarlo en el verano de 2023 y ya tiene incluso mobiliario adquirido a la espera de colocarlo en la futura pinacoteca que el alcalde, Raúl Linares, confía en que sea un importantísimo revulsivo para el sector turístico y la economía del municipio.