Mahou-San Miguel invierte 6,9 millones en su planta en 2018

L.M.
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La compañía puso en marcha una moderna línea de barriles a finales del curso pasado, que sustituye a la anterior, que tenía 38 años. El futuro pasa por proyectos en materia de sostenibilidad, digitalización y excelencia

La factoría burgalesa ha producido 18 hectolitros de cerveza en una década. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Mahou San Miguel, compañía líder del sector cervecero en España, invirtió 6,9 millones de euros en su centro de producción de Burgos en 2018, un 13,1% más respecto al ejercicio anterior. La cervecera reafirma así su compromiso con estas instalaciones, a las que ha destinado un total de 33,05 millones de euros en la última década para asegurar su competitividad y sostenibilidad futuras.

El esfuerzo inversor del pasado año se concretó en la puesta en marcha de 33 proyectos distintos, basados en la Sostenibilidad, la Digitalización y la Excelencia, dirigidos a la modernización de los procesos industriales con las últimas tecnologías para conseguir la máxima calidad, eficiencia, fiabilidad operativa y respeto ambiental. Destacan iniciativas como la nueva sala de cocción y la renovación del 100% de la línea de barril así como del 50% de la de vidrio no-retornable, con el fin de aumentar su capacidad productiva. En esta línea, también en 2018, se ha renovado la cubierta de la zona de barril, latas y el almacén de materias primas.

Además, el centro está trabajando en la digitalización de sus procesos, mediante la implantación de un sistema de gestión y captación de datos en tiempo real en el marco del nuevo entorno de la industria 4.0. Estos avances, junto con la implantación del nuevo Sistema de Excelencia, están llevando a la cervecera a hacer cosas de manera diferente con foco en aquellas acciones que aportan mayor valor al cliente.

«Debido a la importancia estratégica de nuestro centro de producción de Burgos, año tras año continuamos invirtiendo para reforzar nuestra posición como referente industrial en el sector, contribuyendo, además, al desarrollo económico y social de la provincia a través de la creación de puestos de trabajo de calidad y la generación de valor para todos nuestros clientes y proveedores locales», ha asegurado César Rodríguez, director del Centro de Producción de Mahou San Miguel en Burgos.

 

La innovación y la sostenibilidad como palancas de desarrollo

La innovación es otra de las palancas que continúan impulsando el crecimiento y desarrollo de estas instalaciones que no solo crecen a nivel de producción, sino también en cuanto a versatilidad y flexibilidad en la elaboración de diferentes tipos de cervezas y formatos. Desde 2008, se han elaborado más de 18 millones de hectólitros de cerveza en esta planta y el número de recetas se ha incrementado exponencialmente, pasando de las 10 registradas el año pasado a las 20 que se elaboran en la actualidad, envasadas en 15 formatos diferentes.

En el marco de su compromiso con el cuidado del entorno y el uso responsable de los recursos naturales, el centro de producción de Mahou San Miguel en Burgos continúa mejorando año tras año sus indicadores ambientales y cuenta con residuo cero. Esta gestión ha contribuido a situar a la cervecera dentro del 25% de las compañías del sector de Alimentación y Bebidas con mejor desempeño ambiental según el BREF Europeo, documento de referencia que recoge las mejores técnicas disponibles en la materia.

Además, en esta línea, recientemente Mahou San Miguel firmó un acuerdo de colaboración con Verallia, líder europeo en la fabricación de envases de vidrio para el sector de bebidas y alimentación, con el objetivo de aumentar la eficiencia energética de los procesos productivos de ambas compañías. Concretamente, este proyecto, que implica una inversión conjunta de 2 millones de euros, busca aprovechar la energía residual que se genera en la fundición del vidrio para emplearla en el proceso de elaboración de la cerveza, en sustitución del gas natural, reduciéndose el consumo de este en un 60%, así como las emisiones de CO2 a la atmósfera en la misma medida. Por su parte, Verallia logrará disminuir un 40% la temperatura de la energía residual generada en el proceso de fundición del vidrio.

Con una superficie de 68.000 metros cuadrados y una capacidad productiva de 2,2 millones de hectolitros al año, la planta posee las más prestigiosas certificaciones de calidad (ISO 9001), de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo (OHSAS 18001) y de seguridad alimentaria (ISO 22000). Asimismo, se somete a la evaluación, control y seguimiento de su actividad según la norma ISO14001/2015 y el Reglamento Europeo EMAS.