La llegada de empresas deja a Bayas casi sin pabellones libres

ARSENIO BESGA / Miranda
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El impulso de las nuevas actividades provoca que más de 250 espacios estén ocupados, mientras que apenas hay una decena de naves vacías. Con ello, algunas firmas tienen «difícil» encontrar instalaciones en este polígono de Miranda

Salvo contadas excepciones, la mayoría de lugares vacíos en Bayas tienen un tamaño reducido. - Foto: Patricia

Pese a las complicaciones que ha atravesado la economía mirandesa por el impacto de la pandemia del coronavirus, finalmente ha conseguido levantarse del golpe y el desarrollo industrial ha alcanzado unas cotas muy elevadas. De hecho, solamente durante el último ejercicio computado, 2022, la ciudad delEbro incorporó a sus filas más de 30 empresas nuevas. De ellas, la mayoría escogieron Bayas para asentarse. Es más, hace apenas unas semanas, Aitzkoate, una marca especializada en la transformación del metal, anunció su desembarco en este lugar. Con todo, cada día quedan menos huecos vacíos y ese polígono roza el lleno absoluto.

En este sentido, la llegada de nuevas empresas a Bayas ha provocado que en la actualidad existan más de 250 espacios ocupados, según figura en los datos abiertos ofrecidos por la página web de la oficina municipal de promoción económica, Miranda Empresas. De esa forma, en todo el polígono apenas pueden encontrarse tres decenas de terrenos libres para implantar nuevas actividades o para ampliar las ya existentes. Además, la mayoría de esos huecos son parcelas aún por construir, lo que reduce la cifra de pabellones disponibles, aproximadamente, hasta la decena. 

Unido a ello, buena parte de estas naves vacías tienen unas características un tanto particulares, puesto que, salvo contadas excepciones, cuentan con unas dimensiones bastante reducidas y no permiten instalar proyectos industriales de gran calado. Por tanto, lo que se alza como una gran noticia para la ciudad del Ebro, realmente ha terminado convirtiéndose en casi un impedimento para el crecimiento de algunas marcas que ya están asentadas en el municipio y buscan expandir su actividad.

Aproximadamente solo uno de cada tres espacios libres tiene una nave construida.Aproximadamente solo uno de cada tres espacios libres tiene una nave construida. - Foto: Patricia

Un gran ejemplo de esta cuestión se encuentra en Safemir Systems, una compañía especializada en el diseño y fabricación de protecciones para maquinaria que se encuentra en constante auge pero no halla unas nuevas instalaciones acordes a sus necesidades. Esta entidad, fundada y dirigida por Óscar Arriola, desarrolla su actividad en el vivero de empresas desde hace ya varios años. No obstante, en la actualidad su propietario reconoce que desean abandonar ese espacio porque, hasta el momento, han logrado salir del paso con los metros que tienen aunque ya les urge ampliar la planta.

Arriola acumula meses buscando naves en Miranda. Pese a ello, no ha encontrado ninguna que le «convenza». El propio dueño de Safemir explica que la predisposición del vivero ha sido máxima e, incluso, han permitido a su firma utilizar un pabellón más amplio de forma temporal. En este sentido, la marca tiene la opción de continuar en su actual recinto hasta principios de 2024, aunque el fundador aclara que «sería mejor dejarlo ya y cedérselo a otra empresa». Sin embargo, insiste en que ve «muy difícil» encontrar unas nuevas instalaciones que «puedan cuadrar», porque «hay muy pocas» en Miranda.

En cualquier caso, la idea de abandonar el vivero ronda la cabeza de Arriola desde hace algún tiempo. Ahora bien, recientemente Safemir ha recibido un importante encargo que incluso dobla su facturación anual y la necesidad constante se ha terminado convirtiendo en urgencia máxima. Asimismo, la falta de espacio y de pabellones disponibles en Bayas para realizar un traslado también tiene un impacto directo sobre el empleo generado. Sobre ello, el dueño de esta compañía emergente apunta que le «gustaría ampliar plantilla, pero hay que asentarse y el mayor problema es que si ahora ampliamos  no tenemos ni sitio, necesitamos esas instalaciones nuevas». En este sentido, describe que en la actualidad hay 5 personas «y casi nos molestamos entre nosotros», por lo que si suman «otros dos, va a ser imposible».