Las ya clásicas filtraciones de la piscina familiar de El Plantío serán historia a partir de la próxima campaña de verano. Una vez concluidos los trabajos de rehabilitación y mejora, el Ayuntamiento recepcionará la obra en la primera semana de febrero.

Herce, la empresa encargada de realizar esta intervención, dedicó las últimas tareas a pulir detalles como la instalación del vallado perimetral. Mientras tanto, los técnicos completaron los ensayos pertinentes para comprobar la eficacia de las obras realizadas.

No en vano, se estima que el vaso familiar llegó a perder más de un millón de litros al día. Además del perjuicio que suponía malgastar esa ingente cantidad de agua, las filtraciones suponían un alto coste económico para las arca municipales y contribuyeron a que los bañistas soportaran hasta cuatro grados menos que en otras instalaciones similares.

El Plantío ya ha resuelto de una vez por todas el problema de las filtraciones después de realizar una inversión de 2.5 millones de euros que incluye otras mejoras tanto en vaso como en otras dependencias como el tobogán o los accesos.

La reducción de la profundidad y la eliminación de parte del volumen con la instalación de la nueva rampa de acceso de 25 metros de ancho y 20 de largo  también ayudarán a regular la temperatura en la piscina de uso público más grande de Castilla y León, cuya lámina de agua es de 2.400 metros cuadrados.

Las pruebas técnicas realizadas en las últimas semanas no se han limitado a comprobar la esperada ausencia de filtraciones. Además, se han completado con éxito otros ensayos realizados de forma mecánica con el objetivo de que el circuito interno de circulación del agua y de otros elementos como el rebosadero o la filtración funcionan de forma correcta.

A la espera de los bañistas. También se han superado de forma satisfactoria las pruebas de llenado y de estanqueidad. Sin embargo, el test de desborde se realizó de forma mecánica y habrá que esperar al regreso de los bañistas a esta instalación municipal para chequear de manera clara si todo se encuentra en perfecto estado de funcionamiento.

El sistema está aprobado, pero hasta que no funcione a pleno rendimiento durante la próxima campaña de verano no se sabrá la respuesta de la piscina en una situación real. Por este motivo, la empresa encargada de los trabajos seguirá de cerca junto al Ayuntamiento de Burgos la reapertura al público.

Esa será la prueba de fuego definitiva para un proyecto que obligó a cerrar la piscina familiar en la campaña de verano de 2022 y que fue calificado como prioritario por todos los grupos políticos, aunque su elevado coste retrasó una intervención esperada durante una década.

De momento, la empresa Herce ya ha finalizado los trabajos programados y ya se está redactando el informe final de obra, a la espera de un acta de recepción condicionada por el correcto desarrollo de la actividad diaria. 

Mientras tanto, la instalación cierra los detalles de la nueva fase de remodelación dedicada a los vestuarios.Los trabajos comenzarán después del verano y cuentan con una partida de 1.2 millones de euros, de los cuales 700.000 procederán de fondos europeos.