El terremoto que ha provocado la guerra -ya abierta- entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso ha caído como un jarro de agua fría en el PP burgalés. Su presidente, Borja Suárez, admite que es un enfrentamiento que «distrae» de los objetivos que debe encarar el partido, y  su coordinador provincial, Ángel Ibáñez, reconoce que provoca el «desconcierto» en los militantes y en la sociedad en general. El presidente de honor, César Rico, es bastante más duro que ellos y asegura que «la imagen» que está dando la formación es «penosa y lamentable». Aunque no se posiciona expresamente en favor de ninguno de los dos contendientes, el presidente de la Diputación advierte de que «Ayuso es un valor para el PP, que no puede de repente precipitarse al abismo». 

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