Marcelino Ruiz, exconcejal de Cs de Cerezo de Río Tirón, volverá a sentarse en el banquillo el próximo 28 de febrero, como presunto autor de un delito de amenazas y agresión contra el alcalde de la localidad, Raúl Sobrino. La Audiencia Provincial ha desestimado el recurso de apelación contra la apertura de diligencias previas que había presentado la representación del acusado, al considerar que existen indicios suficientes para imputarle por dichos cargos y proceder la apertura del juicio oral. 

Ruiz se enfrenta a una pena de 3 años y 9 meses de prisión y a la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante su condena, así como a 10 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, que podría implicar un día de privación de libertad por cada dos cuotas impagadas.

Los hechos por los que se le juzgarán se remontan al 21 de diciembre de 2019 cuando acudió al pleno del Ayuntamiento en calidad de concejal, ya que formó parte de la lista de Ciudadanos ese mismo año. Durante la sesión, según recoge el auto, Ruiz se dirigió en varias ocasiones a la mesa presidida por el alcalde Raúl Sobrino, profiriendo expresiones tales como «payaso», «gilipollas» y «alcalde de mierda.

Además, una vez acabado el pleno y cuando Sobrino se disponía a salir de la sala, el acusado, «con el fin de quebrantar el principio de autoridad» le cogió de la chaqueta y agarrándolo del jersey a la altura del pecho, alzó la mano con intención de agredirle. La situación no fue a más porque varias personas de la sala se acercaron a separar a Ruiz del regidor, quien presentó la correspondiente denuncia.

No era la primera vez que Ruiz mostraba conductas violentas; apenas unos días antes de celebrarse ese pleno en 2019, la Audiencia Provincial ratificó la condena de 6 meses de prisión e inhabilitación especial por atentar en octubre de 2017 contra el entonces secretario. En ese momento, Ruiz no era concejal y se presentó en el Ayuntamiento a ver un expediente, accediendo al despacho del secretario a quien «acometió» físicamente «agarrándole por la ropa mientras le decía en alto expresiones como «te voy a descocotar» o «hijo de puta».

Fue denunciado y resultó condenado por atentado contra la autoridad, como también un año después por otro enfrentamiento con el secretario, por el que fue condenado a 30 días de multa a razón de 6 euros por dos delitos leves de maltrato y daños. Tras ratificar la primera condena, y al negarse a dimitir, al ser ya edil, el pleno municipal le cesó en enero de 2020.