El rápido declive de Gamonal clausura 1 de cada 4 comercios

G. ARCE
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El barrio más populoso vive en los últimos meses un renacer de negocios y promoción de vivienda, aunque siguen enquistados sus graves problemas: la falta de aparcamiento y el urbanismo

En Gamonal se cierran y se abren negocios a pie de calle constantemente y a un ritmo mucho mayor que en el centro. - Foto: Alberto Rodrigo

Aunque el término 'barrio' sea intrínseco a su esencia, su historia y su orgullo, 3 de cada 10 vecinos de la ciudad habitan en Gamonal. Y, aunque pudiese parecer lo contrario, su evolución demográfica es muy pareja e incluso ligeramente mejor que la del conjunto de la capital: el 22,5% de sus cerca de 50.000 habitantes ha cumplido 65 o más años y el 16,2% es aún menor de edad, porcentajes ambos de los que no pueden presumir ya los principales distritos del centro histórico. Pero la gran diferencia no la marca la edad sino la renta, que es hasta un 33% inferior con respecto a los primeros números de la calle Vitoria: unos 12.000 euros de menos de media al año entre unos burgaleses y otros.

La estadística de la Agencia Tributaria confirma que no es el barrio más rico, pero en las más de 70 calles surgidas al calor del desarrollismo industrial de los años 70 y 80 que integran su entramado urbano, se distribuye el 25% del comercio de toda la capital. Son, según la última actualización del Giscom, el Sistema de Información Geográfica desarrollado por la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), 517 locales abiertos al público del total de 2.075 de Burgos.

Si se echa una mirada a la evolución de los últimos 5 años, los números del Giscom constatan que el deterioro comercial de Gamonal ha sido mucho más duro que del conjunto de la ciudad. En el periodo 2016-2021, muy afectado por la pandemia y sus restricciones, Burgos ha perdido el 11,85% de su masa comercial (279 establecimientos a pie de calle),mientras que en Gamonal la pérdida de 139 negocios supone el 21,18% de su oferta. Es decir, la mitad del comercio destruido en el último lustro se focaliza en este populoso barrio, que sufre -como todos- la competencia del comercio electrónico y de los grandes formatos comerciales, pero que suma a todo ello un evidente declive en su día a día propiciado por dos de sus graves problemas: la acuciante falta de aparcamiento ordenado y ese feísmo urbano que enmohece aceras, avenidas y fachadas.

El análisis por subsectores también es muy clarificador. En Gamonal se localiza el 27,6% del comercio de alimentación de la ciudad, un ámbito que ha visto cerrar 59 negocios tradicionales en los últimos cinco años mientras prosperaban las medianas superficies en el perímetro del barrio, transformando así radicalmente los hábitos de consumo.

Por contra, el comercio de equipamiento de la persona, muy castigado con la pandemia, resiste la crisis y mantiene abiertos 114 negocios, solo 4 menos que en 2016. El 23% de estas pequeñas tiendas en Burgos se concentra en esta zona, que mantiene y aumentado una oferta de boutiques alternativas a las grandes franquicias implantadas en el centro histórico.

En equipamiento del hogar han cerrado 62 negocios; hoy aguantan 95, que suponen el 25% de oferta de la capital. 

Por lo que respecta al comercio con un alto componente de servicio (ópticas, clínicas, fisioterapeutas, gimnasios, etc.), hay 106 negocios abiertos, 14 menos que hace un lustro, lo que confirma que la demanda de esta oferta profesional mantiene sus oportunidades. 

Impacto. Pero 140 negocios cerrados desde 2016 son demasiados escaparates vacíos -incluso en situación de abandono y ruina- reunidos en las principales avenidas y calles del barrio, lo que ha contribuido a subrayar el feísmo urbano, la falta de atractivo visual y la sensación de decadencia y decrepitud de un entorno sin el cual es imposible entender Burgos.  

El observatorio comercial de la FECvuelve a ser muy ilustrativo con sus datos. Una de las principales arterias del barrio, la avenida Derechos Humanos, ha perdido 13 negocios en los últimos cinco años; Francisco Grandmontagne, 10; la calle Santiago, 9; la calle Vitoria, 6, igual que Constitución Española; en la plaza Roma han sido 8... Hay calles secundarias en las que ha desaparecido el comercio y muchas otras que mantienen 1 o como mucho 2 supervivientes.

Carteles de se vende o se alquila, escaparates llenos de polvo o forrados con papel, persianas acumulando basura, fachadas descuidadas y llenas de pintadas se suman al mal endémico reconocido y padecido por todos los vecinos: la presencia de coches ocupando todos los rincones, en muchos casos sin orden alguno, estrechando calles y aceras y generando un panorama de patio de desguace y caos urbano al que ha sido imposible -por las razones sobradamente conocidas- dar una solución razonable. 

Pero lo que no ha ocurrido en Gamonal, sí se ha producido en otras capitales donde prosperaron y envejecieron urbanísticamente los grandes barrios obreros, hoy reconvertidos en zonas residenciales acogedoras y singulares.  

Dinamismo. Los técnicos del Giscom advierten de un fenómeno que no puede recoger la foto fija de la estadística, pero que tiene mucha importancia cuando se habla de comercio: el dinamismo. En Gamonal se cierran y se abren negocios a pie de calle constantemente y a un ritmo mucho mayor que en el centro. De hecho, en los últimos meses, según confirman desde el propio sector, se están empezando a cubrir los huecos vacíos dejados tras la etapa más dura de la pandemia y los confinamientos.

Con todos sus problemas urbanísticos arrastrados durante la última década, el barrio atesora la mayor densidad de población (clientes potenciales) de Burgos y sumará en los próximos años a cientos de familias en los entornos aledaños de Artillería o Villafría, sin olvidar las nuevas promociones de la carretera de Poza o Capiscol. 

Aunque las ventas del comercio aún no acompañen del todo, los alquileres son hasta un 50% más bajos que los que se pagan en el centro de la capital y se han relajado algo al haber más oferta de locales. En el corazón del barrio, el entorno de Francisco Grandmontagne y su calles más cercanas, hay aperturas continuas y algunas vienen acompañadas de una inversión importante, lo que supone una garantía de continuidad de los negocios en el tiempo.

Los comerciantes confían en que la resurrección de este pequeño núcleo de calles se vaya extendiendo poco a poco al resto del barrio. No obstante, puntualizan, será imposible prosperar con proyectos que no actúen de raíz con los problemas del barrio y que no cuenten con el consenso generalizado entre sus vecinos.