Racionales y emocionales

I.L.H.
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En la primera parada de la gira para presentar 'La muerte contada por un sapiens a un neandertal' Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás abordaron cuestiones biológicas y filosóficas sobre el envejecimiento, las enfermedades, la selección natural...

«Somos un cuerpo o tenemos un cuerpo, he ahí el dilema». La frase la podría haber dicho Hamlet, el personaje de Shakespeare, con un cráneo en la mano porque estábamos en el Museo de la Evolución Humana. Pero quien la pronunció fue Juan José Millás, cuestionándose las certezas y planteándose nuevas dudas sobre lo que Juan Luis Arsuaga le proponía como científico. Los dos estrenaban en Burgos la gira de presentación del segundo libro que hacen juntos y que no será el último, según avanzaron, dejando la cuestión de Millás para ese proyecto. 

En un salón de actos abarrotado y al que el paleantropólogo y el escritor entraron saludando como estrellas de rock, la charla dirigida por la periodista Eneka Moreno permitió conocer los detalles de un libro humanista y científico. La muerte contada por un sapiens a un neandertal (Alfaguara), continuación del de la vida, «es un ejercicio intelectual que habla de la biología de la vejez y de cómo es posible que mi hígado sepa más que yo de mí», aseguraba asombrado el Millás curioso e ingenuo de siempre.

«El ser humano es paradójico, porque por un lado está lo que le dicta la cabeza y por otro lo que el corazón entiende racionalmente, pero que no asimila emocionalmente. Esto a Arsuaga no le pasa porque tiene la cabeza y el corazón en el mismo sitio. Yo me creo lo que me dice, pero hay cosas que no me parecen verosímiles. Por eso este libro está lleno de encuentros y desencuentros, tratando de que me lo explique para que me llegue a la cabeza y el corazón», añadió el autor de El mundo, No mires debajo de la cama o La mujer loca.

El escritor Juan José Millás (i) y el paleantropólogo y codirector del Equipo de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, repartiéndose el protagonismo sobre el libro. El escritor Juan José Millás (i) y el paleantropólogo y codirector del Equipo de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, repartiéndose el protagonismo sobre el libro. - Foto: Valdivielso

Mientras el escritor echaba mano del cuento El traje del emperador para explicar el peligro de ver lo que creemos que debemos ver, el investigador y divulgador se quedó con el elefante dentro de una habitación que nadie ve como la mejor metáfora de la ciencia. Para explicarlo puso como ejemplo las numerosas muertes de las mujeres por infecciones tras los partos. Después de muchas investigaciones, descubrieron que la infección la traían los médicos que realizaban  la intervención. Y en este punto dijo que la prolongación de la vida y la detención del envejecimiento es ese elefante que aún no han visto.

Desde el lado racional que le correspondía al director del Equipo de Investigación de Atapuerca, Arsuaga habló también de su algoritmo, ese cálculo que conoce sus gustos y preferencias pero también la edad y sexo y conforme a eso le sugiere que conteste a un test para saber cómo tiene la próstata, le dice que tome antioxidantes, que haga ejercicio (o se compre al menos las zapatillas) o le muestra audífonos e implantes... temas de los que hablan en el libro y que para la redacción, descubrió Millás, su algoritmo fue Arsuaga.

Entre la ciencia y el realismo mágico, la razón y la curiosidad, respondieron también a las preguntas del público. Sobre si una gran infección pudo acabar con alguna especie dijo Arsuaga que «por un virus sería difícil porque no eran gregarios». A la cuestión de si somos una especie a extinguir, Millás respondió que «da esa impresión por la capacidad de autodestrucción que tenemos». Y en ese punto Arsuaga recordó que las armas nucleares pueden acabar con la especie humana.