La Fiscalía Provincial de Burgos ha solicitado una pena de cinco años de prisión para un vecino de Aranda de Duero que está acusado de un delito de abuso sexual a una menor de edad. En su escrito de acusación, el fiscal pide también que se impongan otros ocho años de libertad vigilada para este hombre y que se le prohíba comunicarse por cualquier medio, además de acercarse al domicilio de la víctima o a cualquier lugar en el que se encuentre durante siete años. 

Los hechos ocurrieron en febrero de 2019. El acusado se encontraba junto a su esposa en un bar de Aranda. En un momento dado apareció otra pareja con sus dos hijas menores. Después de una conversación, el acusado y su mujer acordaron llevarse a las menores a su casa para que jugaran con su hijo. 

Una vez en el domicilio de ambos, el acusado se quedó con las menores en el salón. Fue entonces cuando «con ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos», según se recoge en el citado escrito de la Fiscalía, le pidió a una de las menores,  que entonces tenía 14 años, que le diera un beso. Cuando la joven fue a dárselo en la mejilla, este giró la cara y se lo dio en la boca. Seguidamente le preguntó «si la había gustado» y le dio otro beso en la boca, intentando meterle la lengua.

Como consecuencia de estos hechos, la menor presentó un cuadro de trastorno adaptativo de naturaleza ansiosa. Al día siguiente, el Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda de Duero acordó la prohibición de acercamiento y comunicación del acusado con la menor. También le piden 10.000 euros para la víctima por daños morales.

Agravante. Este individuo fue condenado por sentencia firme en septiembre de 2019, dictada por la Audiencia Provincial de Burgos, como autor de un delito de abuso sexual a dos años de prisión. De cara al juicio del 21 de febrero, esta circunstancia actúa como agravante.