Deporte de riesgo

I.E.
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Los aficionados al 'skate' y la BMX denuncian el «deplorable estado» de las pistas de San Isidro y el G-3, donde elementos metálicos desprendidos amenazan la integridad física de los aficionados

Rubén Sardiña, aficionado al 'skate', señala las grietas bajo las juntas metálicas que ‘protegen las rampas’. - Foto: Luis López Araico

A la pista del parque de San Isidro han acudido a entrenar grandes campeones, referencias nacionales e internacionales de los niños que ahora hacen sus primeros pinitos sobre un monopatín. Danny Leon o Julia Benedetti han 'surfeado' sobre  las rampas de cemento y los obstáculos metálicos de «una instalación que en su concepción fue casi perfecta, pero cuyo mantenimiento deja mucho que desear», al punto de que su estado pone en peligro la integridad física de los aficionados al 'skate' y a la BMX.

Rubén Sardiña, uno de los deportistas más sobresalientes de Burgos sobre el monopatín denuncia que ahora mismo «tanto el circuito de San Isidro como el del G-3, frente al Talamillo, presentan graves deficiencias» que constituyen un «riesgo para adultos y para niños». Y es cierto, no hay más que darse una vuelta por ambos lugares para comprobarlo. Eso, y que hay una gran afición que merece una pistas como Dios manda.

Nada más llegar a las instalaciones de la zona sur llama la atención que tanto las rampas como el suelo están llenos de grafitis. Un profano en la materia no le daría ninguna importancia. Es más, consideraría que están muy a tono con la estética 'skater'. Pero nada más lejos de la realidad, pues «esa pintura impide que las ruedas tanto de los monopatines como de las bicicletas se agarren como deben, lo cual da lugar a múltiples resbalones y caídas totalmente evitables». Es por lo que los aficionados allí reunidos piden que se supriman las pintadas, igual que se hace en el resto del mobiliario urbano burgalés.

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