Carril defectuoso

FERNÁN LABAJO
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La asociación Burgos con Bici tiene elaborado un mapa con los puntos negros del trazado ciclista, documento que tiene el Ayuntamiento. Piden que haya un mantenimiento más constante

Frente al acuartelamiento Diego Porcelos no solo hay desperfectos en el firme, también escasa visibilidad en algunos tramos. - Foto: Luis Román

Circular por algunos tramos del carril bici es como practicar un deporte de riesgo. Baches, firme levantado, charcos y un diseño paupérrimo generan inseguridad en los ciclistas que optan por las dos ruedas para desplazarse. A eso se suma una señalización que en muchos casos es confusa, lo que prueba que en la ciudad hay aún mucho por hacer para lograr la ansiada movilidad sostenible. La asociación Burgos con Bici tiene elaborado un detallado catálogo de puntos negros, que incluye tanto los desperfectos como los espacios que deben mejorarse en aras de conseguir que los desplazamientos sean más seguros. El Ayuntamiento ha solventado algunos de estos problemas. Otros, sin embargo, llevan carentes de mantenimiento muchos años. 

Nos subimos a la bicicleta con Pedro Mediavilla, portavoz del colectivo ciclista, para hacer un recorrido por algunos de estos itinerarios defectuosos. La ruta comienza en la avenida Castilla y León, frente a la Comisaría Provincial. No vamos muy rápido, pero aun así tenemos que frenar y levantarnos un poco del sillín para amortiguar el impacto que sentimos por el levantamiento del hormigón del carril. «Esto se produce por las raíces de los árboles, lo que da una muestra de que está mal diseñado o ejecutado», observa. Este primer punto es uno de esos que se ha reclamado el arreglo en repetidas ocasiones sin que el Consistorio haya opuesto demasiado interés.

Giramos a la derecha para coger el tramo de la calle San Roque. Pese a que, aquí sí, se han llevado a cabo pequeñas intervenciones para tapar deficiencias, la solución ha durado bien poco. El hormigón, material que a juicio de Mediavilla «no ha funcionado» en ninguna zona de la ciudad, está completamente desgastado. Se forman baches y hay piedrecillas que provocan que podamos irnos al suelo si no vamos con relativo cuidado. 

Pero es que además hay un claro error de diseño, pues al llegar al acuartelamiento Diego Porcelos nos encontramos con una curva que nos impide ver si hay peatones o ciclistas circulando en la dirección opuesta. «Hay que ir con mil ojos para no tener un accidente», apunta el portavoz de Burgos con Bici. La falta de mantenimiento es evidente en esta zona, pues incluso se han borrado algunas líneas discontinuas y un paso de cebra. 

Doblamos hacia Santa Bárbara y nos encontramos con otros 'elementos clásicos' del carril bici de Burgos: los charcos. «La mala ejecución y los materiales elegidos hacen que con el paso del tiempo se hunda el firme, por lo que en los días de lluvia se forman pequeñas balsas de agua. Esto a veces provoca que muchos ciclistas vayan por la acera para esquivarlos», lamenta Pedro Mediavilla. Más adelante, nos volveremos a encontrar estas deficiencias en pleno centro, en el tramo que conecta los puentes San Pablo y Santa María

Pero antes de cruzar la ciudad damos un breve rodeo por el parque lineal del Río Vena, donde una vez más nos encontramos con malas ejecuciones, diseños discutibles que provocan la confusión del ciclista y, sobre todo, levantamiento del firme en las zonas arboladas. «Se han puesto parches, pero no son soluciones a largo plazo», indica el portavoz del colectivo, quien sin embargo sí reconoce el acierto de la apuesta por el aglomerado asfáltico, y no el hormigón, en este tramo del carril. 

Y llegamos, decíamos, al centro de la ciudad, donde el Ayuntamiento sí ha llevado a cabo un mantenimiento más periódico. Tal vez porque es la zona más visitada de la ciudad. Aun así, es común encontrarse con baches, charcos y levantamientos del firme en puntos cercanos al puente Besson

El paseo por el parque de la Isla es agradable y no encontramos defectos alarmantes, más allá de una desconexión del trazado desde el puente Malatos hasta San Amaro. Los problemas comienzan nuevamente en la Casa de la Moneda. Desde Rebolledas hasta calle Brasil, el carril está pintado sobre las losetas de hormigón que cubren el colector de agua. «Esto es una chapuza, una solución que han prometido cambiar porque resulta muy incómodo circular por aquí», protesta Mediavilla. La barriada San Juan Bautista cuenta también con soluciones arquitectónicas discutibles, como bolardos en mitad del carril bici que incomodan la circulación y baches a la altura de la calle Venezuela. Pero nada comparado con los socavones que se han formado en el Polígono de Villalonquéjar, muy cerca de la ITV, donde hay que circular con mucha precaución para no irse al suelo. 

Más carencias. Pedro Mediavilla enumera, además de desperfectos, una serie de deficiencias relacionadas con una señalización confusa o, incluso, inexistente, así como puntos de baja visión, principalmente en pasos de cebra, bien sea por culpa de aparcamientos o por diseños arquitectónicos que restan visibilidad. Esto ocurre, por ejemplo, en el puente de Castilla, donde a punto estamos de tener un disgusto, como en Farmacéutico Obdulio Fernández, en donde ciclistas y peatones están en riesgo. 

Los problemas del carril bici, expuestos en repetidas ocasiones por la asociación en el Ayuntamiento de Burgos, son, para su portavoz, fáciles de solucionar si hay voluntad de los responsables municipales. «No hay un mantenimiento ni una revisión periódica, como sí ocurre con las campañas de asfaltado. Con un poco de interés, se solventarían los desperfectos», concluye.