La venta de hormigón cae por el descenso de la obra pública

G. ARCE
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Los polígonos industriales han ralentizado las inversiones con el parón económico y solo la promoción de vivienda en la capital mantiene la actividad de las 7 plantas del entorno

La venta de hormigón cae por el descenso de la obra pública

El hormigón, la materia prima con la que se levantan las principales inversiones de Burgos, vive las mismas incertidumbres que la economía local. Si el pasado año la producción creció en torno a un 25% tras 12 años de fuertes caídas, en el presente solo la promoción de vivienda residencial -y en menor  medida las reformas y rehabilitación- mantiene la actividad de las 7 plantas operativas en el radio de acción de la capital. La obra pública está prácticamente parada (la licitación oficial cae un 66% hasta octubre), las nuevas implantaciones de industrias se ralentizan e incluso se descartan y las previsiones para 2021 apuntan a que la tendencia a la baja se agudizará.

Los hormigoneros burgaleses no han detenido su actividad en todo el año, salvo en los días de alarma nacional en los que se produjo un parón total de la actividad económica. No obstante, la producción ha ido en descenso a medida que avanzaba 2020. Según las estimaciones de Julián Saiz, de Hormigones SYL S.L., en Castañares, casi un 30% en el primer semestre, porcentaje que sitúa por encima del 50% en el segundo semestre del año, marcado por un nuevo rebrote en la pandemia y por una mayor incertidumbre económica.

La Asociación Española de Fabricantes de Hormigón (Anefhop)  hace un balance más optimista para el conjunto de la provincia, donde en el primer semestre la producción de hormigón preparado asciende a los 190.350 metros cúbicos, lo que supone una caída del 8% con respecto al pasado año, por debajo del 14,6% de descenso nacional en el periodo analizado.

Anefhop apunta que la crisis en su sector no es tan profunda como se esperaba, dado que el acumulado de producción anual (enero-septiembre) mejora las previsiones iniciales, con una pérdida del 17%, lo que puede llevar a un final de año con una pérdida de producción de alrededor del 15% con respecto a 2019.

Los productores locales -que no están asociados a Anefhop- no comparten este optimismo, especialmente porque la obra pública, el mayor consumidor de hormigón con diferencia, es la que marca su negocio y ahora las administración están centrando sus esfuerzos presupuestarios en el ámbito sanitario.

Licitación. Prueba de ello es que entre enero y octubre la licitación pública en la provincia cae un 66% con respecto al mismo periodo del año anterior. Son 46,7 millones de euros frente a los 445 del pasado año y la mayor parte de ellos destinados al asfaltado y mejora de carreteras. En muchas realizaciones, los plazos no se están cumpliendo y acumulan importantes retrasos.  

El 64% de esta licitación (29,8 millones) corresponde a las administraciones locales (ayuntamientos y Diputación), el 34% (15,8 millones) a la Junta de Castilla y León y solo un 2% (1,1 millones) al Estado, que ha reducido un 98,8% la inversión con respecto a enero-octubre de 2019, según el avance de datos de la Cámara de Contratistas de Castilla y León.

La obra más importante en inversión en marcha es el instituto del barrio de Villímar (7,1 millones a cargo de la Consejería de Educación) seguida de la ampliación del vertedero de Abajas (2,1 millones), la Casa del Parque Natural de las Hoces de Alto Ebro y Rudrón (2) y la remodelación de la plaza Santiago en la capital (1,9).

presupuestos. La evolución no era positiva después del verano y a ello ha venido a sumarse la confirmación de que los Presupuestos Generales del Estado no contemplan obras de infraestructuras importantes en la provincia. Lo mismo ocurre con la agenda de la Junta de Castilla y León o del Ayuntamiento, no hay previsión de actuaciones reseñables en las que el hormigón tenga protagonismo.

«No ha arrancado la obra pública y la inversión privada se ha parado, ahí está la evolución en la venta de parcelas de Villalonquéjar IVy la ralentización de los proyectos en marcha en algunas industrias importantes», explica Julián Saiz.

El sostenimiento de la actividad de las plantas hormigoneras descansa en la vivienda, que sigue a su ritmo. Hasta el 30 de septiembre el Colegio de Arquitectos ha registrado expedientes de visados para la construcción de 870 viviendas frente a las 689 del año pasado en estas mismas fechas y a las 653 de 2018.

En esos dos ejercicios precedentes sucedió que el último trimestre presentó unos datos espectaculares, por encima de las 300 viviendas, y por eso figuran todavía por delante de este año. Pero a poco que el sector siga animado de aquí al 31 de diciembre este podría ser el segundo o incluso el mejor año desde 2010, hasta donde se remontan los registros del Colegio.

previsión. Si el año que termina no ha sido positivo, 2021 se intuye más difícil. El sector pide al Ayuntamiento que agilice al máximo las licencias para el desarrollo de los proyectos de vivienda residencial  previstos. «Si no agiliza estas licencias, la situación será complicada si no hay un cambio económico importante».

Los trámites administrativos son importantes para apoyar a este sector, «que está intentando seguir sacando obra y manteniendo el empleo, aunque hay un goteo de pérdida de puestos de trabajo».

«Nos gustaría escuchar que en 2021 se ponen definitivamente en marcha las obras de la autovía A-12, del Parque Tecnológico y otras que están pendientes, pero lamentablemente vemos que no va a ser posible».