Aproximadamente una hora duró la declaración del exconcejal de Licencias, Julio Rodríguez-Vigil, ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos que investiga la presunta prevaricación y denegación de auxilio entre autoridades por supuesto trato de favor a un hostelero. Fue la primera vez que el ahora edil no adscrito tiene que responder judicialmente una vez que el Ministerio Fiscal vio indicios de delito por este asunto. La información remitida y su propio testimonio servirá a la magistrada para decidir si se inicia un procedimiento penal que podría conllevar una inhabilitación de hasta 15 años para ejercer un cargo público.

Rodríguez-Vigil acudió a los Juzgados de Reyes Católicos treinta minutos antes de la citación de la sala. Lo hizo solo, ojeando una tablet y con una carpeta bajo el brazo. Hora y media después, salió en compañía de su abogado sin hacer ningún tipo de declaración sobre lo acontecido en el interior del edificio. Fuentes consultadas por este periódico apuntan que el exconcejal respondió a las preguntas que le plantearon y no se acogió a su derecho a no declarar.

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