Una central hidroeléctrica reversible en los Montes Obarenes

A.C. / Cubilla de la Sierra
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Planean bombear agua de una balsa en Santa Gadea del Cid a otra en Cubilla de la Sierra para luego convertirla en electricidad al soltarla en sentido inverso

Una recreación del proyecto con las dos balsas, a la izquierda la de Cubilla de la Sierra, y a la derecha, la de Santa Gadea del Cid.

Países como Australia, Japón o China han apostado decididamente por implementar de forma masiva las centrales hidroeléctricas reversibles o de bombeo y en Francia ya existen muchas vinculadas a las nucleares para aprovechar sus excedentes de electricidad. Pero en España apenas son conocidas y en Castilla y León todavía no se ha construido ninguna, aunque los proyectos están comenzando su largo periplo por las administraciones. Uno de ellos es el de la central hidroeléctrica reversible Obarenes, bautizada con el nombre del parque natural, donde se proyecta enclavar una de las dos balsas de agua que precisa. Podría alcanzar una potencia de 568 megavatios, aunque su producción de electricidad se limitará a un máximo de 12 horas diarias.

La central nuclear de Santa María de Garoña contaba con una potencia instalada de 466 megavatios, lo que da idea del proyecto energético en ciernes y que acaba de iniciar su proceso de consultas a los ayuntamientos afectados, Santa Gadea del Cid, Partido de la Sierra en Tobalina, Valle de Tobalina y Pancorbo, y a todas las administraciones que deberán aportar sus exigencias de cara al contenido del futuro estudio de impacto ambiental, aún sin redactar. De forma muy resumida, se trata de una tecnología de  almacenamiento a través del agua de los excedentes  de electricidad de los parques eólicos y plantas solares fotovoltaicas del norte de Burgos. Si la iniciativa superase la tramitación, que podría alargarse de 2 a 3 años, se construiría en un lustro, por lo que podría arrancar entre 2029 y 2030.

Se considera un almacenamiento, porque el excedente de electricidad renovable que haya en la red cuando nadie la consuma será utilizada para bombear agua desde un gran balsa inferior a otra en una cota superior. Y cuando los consumidores demanden electricidad, pero los parques eólicos y las plantas fotovoltaicas sean insuficientes para darle respuesta, esta hidroeléctrica entrará en funcionamiento, soltando el agua de la balsa superior a la inferior, donde llegará por gravedad y a una gran velocidad, lo que activará sus turbinas y generará electricidad.

El documento «muy inicial», como insisten desde Atalaya Generación, plantea construir una balsa en el término de Santa Gadea del Cid, entre Obarenes, Bozoo, Santa Gadea del Cid y Moriana. Para su llenado paulatino tomaría el agua del Ebro durante un periodo de dos años y después ya no precisaría más que de pequeños rellenos del agua que se pierda por evaporación u otras causas y que podrían realizarse en periodos de grandes avenidas para ayudar a regular el río. A poco más de 5 kilómetros, por los que se soterrarían todas las tuberías de conexión, el proyecto ubica la balsa superior, a unos 500 metros de Cubilla de la Sierra, ya en el Partido de la Sierra en Tobalina. De salir adelante la propuesta, la primera almacenará 6,6 hectómetros cúbicos (hm3) e inundará 49,5 hectáreas, sobre todo, de cultivo. Mientras que la balsa prevista en Cubilla, a 387 metros de altura por encima de la primera, tendría una capacidad de 5,8 hm3 y una superficie de 42,4 hectáreas.

Terrenos. La empresa prevé comprar estos terrenos, dado que el proyecto podría alcanzar una vida útil de 100 años, pero no hará gestiones con los propietarios hasta que supere la evaluación de impacto ambiental y esté más avanzado. Su portavoz, Pedro Machín, insiste en que «somos conscientes de las dificultades medioambientales», pero a la vez considera que es «la mejor ubicación en la provincia de Burgos» para esta instalación por su orografía -un salto muy elevado en poco espacio-, y la cercanía al nudo de la subestación de Santa María de Garoña para evacuar la electricidad y a una ciudad altamente consumidora de electricidad, como es Miranda de Ebro. El proyecto aseguran trata de minimizar los impactos, soterrando no solo las conducciones entre las dos balsas, sino también la sala de máquinas y turbinas en Santa Gadea, lo que solo dejará en superficie las dos balsas y el nuevo tendido eléctrico que conectará la hidroeléctrica con Garoña.