El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, ha advertido este martes al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que la reversión del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) no es una opción.
"En estos momentos en los que tanto se habla de democracia y separación de poderes, no es opcional que Mañueco cumpla o no", ha aseverado Tudanca, en declaraciones recogidas por Europa Press, antes de añadir que lo contrario "sería un desaire".
Acompañado de la secretaria provincial de los socialistas burgaleses, Esther Peña, y la procuradora del PSOE, Noelia Frutos, el líder socialista ha lamentado los años de "recorte y hacer negocio" con la sanidad protagonizados por el Partido Popular y ha insistido en que la recuperación del complejo asistencial burgalés es "una lucha social".
Tras diez años reclamando esta cuestión, ha remarcado que ahora el presidente de la Junta "tiene que cumplir la voluntad mayoritaria de los castellano y leoneses" para que el HUBU vuelva a ser público y ha sostenido que la aprobación de la PNL en las Cortes Autonómicas en este sentido, es una muestra de que las instituciones pueden ser "útiles" a los ciudadanos.
Luis Tudanca ha dejado claro, además, que las reivindicaciones en torno al complejo asistencial burgalés "siguen tan vigentes como el primer día" puesto que se ha demostrado que su modelo "ni es más rápido, ni es más barato, ni es más eficiente".
SOBRECOSTE. Tudanca ha recordado que la construcción del Hospital Universitario de Burgos ha supuesto el desembolso de 795 millones de euros de las arcas públicas hasta el momento, a los que hay que añadir un canon anual de 80 millones de euros para gastos no sanitarios, el presupuesto equivalente al de los hospitales de León, Valladolid y Salamanca juntos.
Asimismo, ha lamentado que el problema sanitario en la capital burgalesa vaya mucho más allá del propio hospital y ataña en estos momentos a la prestación de cuidados paliativos o el futuro del antiguo Hospital Divino Valles.
Finalmente, ha reprochado al PP y Cs que hayan "rematado" a la sanidad pública "convirtiéndola en un terreno de juego de sus disputas", algo que ha reprochado a sus máximos responsables, a la vez que ha señalado que las consecuencias de estas desavenencias las pagan los ciudadanos.