Finalmente serán 38 los trabajadores de CaixaBank en la provincia de Burgos los que abandonen la entidad con motivo del ERE que la banca anunció en abril. La compañía pactó con los sindicatos la salida de 23 empleados de su red de oficinas, aunque cuando abrió el plazo de adhesión voluntaria las solicitudes se dispararon hasta las 73. En la jornada de ayer fue comunicando vía correo electrónico la aceptación o negativa a esas solicitudes, que finalmente se quedan en las 23 inicialmente acordadas.
No obstante, según fuentes de CCOO el banco ha admitido la salida voluntaria de otros 15 trabajadores de un departamento de soporte, con sede en la Casa del Cordón, que registraron su intención de abandonar la entidad financiera. Estos empleados se han incluido dentro del cupo de negocio del ERE y CaixaBank ha aceptado todas sus peticiones sin importar su edad. Desde los sindicatos apuntan a las buenas condiciones acordadas con la banca como uno de los motivos para esa sobreabundancia de solicitudes.
Destaca, por ejemplo, que los trabajadores de entre 54 y 63 años con una antigüedad de al menos seis percibirán una indemnización del 57% de su salario fijo hasta los 63 o una prima de adhesión al ERE que oscila entre los 18.000 y los 28.000 euros brutos. Los de 52 y 53 años con seis años de antigüedad cobrarán un 57 % de su salario fijo multiplicado por 7 anualidades, fraccionado todo ello en mensualidades hasta los 63 años, así como una prima única de 38.000 euros.
Del mismo modo, el personal menor de 52 años percibirá 40 días por año trabajado con un límite de 36 mensualidades, con una prima de entre 13.000 y 23.000 euros en función de su antigüedad (...).
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