Las ventas de Campofrío baten récords y se disparan un 4,4%

L.M.
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El aumento de la cifra de negocio, que llegó el año pasado a los 2.143,29 millones de euros, es la mayor subida desde 2013

Campofrío Food Group (CFG) ratificó durante 2019 su primera posición en la industria de alimentación perecedera en España. - Foto: Alberto Rodrigo

El ya pasado 2019 fue un gran año para Campofrío Food Group. La empresa, filial de la multinacional Sigma, acaba de presentar sus resultados finales y entre ellos destaca la cifra de negocios consolidada, que crece un 4,4% con respecto a 2018. Si ya ese ejercicio logró terminar con un volumen de 2.052,84 millones de euros, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2019 esta subió hasta los 2.143,29 millones. 

El aumento, que ronda los 90 millones de euros, es el mayor incremento que registra la empresa desde 2013, lo que ratificado la primera posición de la compañía dentro del sector de elaborados cárnicos, a distancia de sus inmediatos competidores, el grupo Vall Companys y ElPozo Alimentación. Estos números, además, colocan a Campofrío como el tercer grupo de la industria global de la alimentación, solo por detrás de los grupos Ebro Foods y Coca-Cola.

Por mercados, las ventas en otras filiales en Europa suponen ya el 64% de la facturación de Campofrío Food Group, habiendo rozado los 1.374 millones de euros en ingresos fuera del país durante el año pasado, un 4,% por encima de las ventas de 2018 y más de un 8% de subida acumulada respecto a 2017. Campofrío Food Group opera actualmente en países como Francia, Bélgica, Holanda, Portugal, Alemania, Italia, Reino Unido, Estados Unidos o Rumanía. Mientras tanto, ya en territorio nacional, en España ha recuperado el crecimiento y alcanzado unas ventas de 769,37 millones durante 2019 frente a los 738 M del curso previo.

Durante 2019, Campofrío Food Group obtuvo un beneficio 7,27 millones de euros, mientras el resultado de explotación se situaba en los 56,45 millones, casi cinco veces más que el registrado en 2018. Con respecto a las inversiones, la compañía ha materializado un desembolso de 63,9 millones durante 2019. Entre las actuaciones llevadas a cabo destaca la mejora de las capacidades productivas de sus fábricas, tales como la implementación del sistema de Mantenimiento Productivo Total (TPM) en la fábrica de Nueva Bureba.

A pleno rendimiento. En los momentos iniciales del estado de alarma y los días previos, los ciudadanos se lanzaron en masa a los lineales de los supermercados en busca de alimentos para pasar los momentos iniciales de la pandemia. Ello provocó un aumento extraordinario de la demanda de las grandes cadenas, lo que obligó a Nueva Bureba de Campofrío -y al resto de plantas del grupo en España- a producir durante cerca de un mes por primera vez al 100% de capacidad. 

«Una situación como esta no la habíamos vivido nunca, pero hemos respondido bien», admitía hace un meses Luis Pérez Montero, director industrial de la compañía y pieza fundamental en el proyecto de reconstrucción tras el desastre de noviembre de 2014.