Riberas ve la Industria 4.0 como palanca de oportunidades

L.M.
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El presidente de Gestamp y de Sernauto reconoció ayer en Burgos la «racha regular» que vive la economía pero destacó la «extrema potencia» del tejido español

Francisco Riberas recordó a su padre, que fundó la burgalesa Gonvarri en 1958. - Foto: Alberto Rodrigo

El término Industria 4.0 se ha vuelto uno más en el argot de la economía actual. El presidente de la multinacional Gestamp y de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) dio ayer su propia definición. «Implica eficiencia, ser capaces de, con las nuevas herramientas que todos tenemos, analizar esa ingente cantidad de datos para mejorar la eficiencia y asegurar nuestros procesos», aseguró Francisco Riberas.

El hijo del burgalés Francisco Riberas Pampliega, fundador de la fábrica Gonvarri en 1958, admitió que ese concepto de la Industria 4.0 ha de funcionar como palanca para la generación de oportunidades en el mundo de la automoción. «El de España es un sector extremadamente potente», reconoció el presidente de Gestamp, a la par que confesó los «días duros» que vive el mismo. La guerra en Ucrania ha sido el último suceso de un mercado que ha soportado el estallido de la pandemia, la carencia de semiconductores o el encarecimiento de las materias primas en los últimos 24 meses. Todo ello bajo el paraguas de la transformación hacia modelos de movilidad cero emisiones.

De los 89 millones de automóviles que se fabricaron en 2019 se pasó a apenas 75 un año después. Durante el curso pasado apenas fueron dos más, lo que choca con las previsiones de llegar a romper la barrera de los 100 que había antes de la crisis. «Tenemos que ver el futuro con optimismo, para 2022 se habla de 84 millones aunque habrá que ver qué sucede al final», indicó. Pronosticó que para 2023 la producción podría acercarse al nivel del 2019, aunque aún lejos del volumen del 2017.

Coincidió con el CEO de Grupo Antolin, Jesús Pascual, en identificar una «demanda retenida» de coches y en esas «dudas» que rodean la transición hacia el vehículo eléctrico. «A estas alturas del partido estoy seguro de que ningún fabricante va a dejar de caminar hacia él», aseveró.

Denotó como retos para el sector la recuperación del mercado, los problemas asociados (electrificación, conectividad...), la digitalización 4.0 y los criterios medioambientales (ESG).