Un castillo para Alma

I.P.
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Félix Yáñez continúa ampliando Territorio Artlanza, el pueblo medieval que desde hace 15 años levanta con sus manos. Su última obra es la fortaleza 'de fantasía' que dedica a su primera nieta, «mi princesa», dice el ceramista

Vista general del castillo que levanta Yáñez para su nieta. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Cualquier princesa que se precie debe tener su flamante palacio o su imponente castillo, dice Félix Yáñez, nuestro Gaudí burgalés, quien al igual que el artista catalán ha hecho de la fantasía su universo multicolor en Territorio Artlanza, su particular Capricho.

Cuando hace un año, el ceramista de Quintanilla del Agua remataba la Catedral, con la que realizaba un guiño al VIII Centenario de la seo burgalesa, afirmaba que se había quedado sin terrenos por donde continuar con el espectacular poblado medieval que comenzó a levantar con sus manos allá por 2008. Pero como no podía ser de otra manera, si hay que construir algo especial para alguien aún más especial se saca suelo de donde sea, y eso es lo que ha conseguido Yáñez, que a escasos metros de la Catedral se las ha ingeniado para construir ese castillo. No tan grande como hubiera deseado, pero lo suficiente para que cuando Alma empiece a andar pueda atravesar el puentecillo de entrada y acceder al interior de su fortaleza.

Y es que Alma ha nacido con un castillo como herencia, «y ha heredado además el título de princesa de su tía Mariela», puntualiza un orgulloso y guasón abuelo. La hija del artista lo era desde que vino a este mundo hace 25 años, pero a partir del 18 de enero pasado, es ya la «princesa destronada» por la pequeña Alma, dice entre risas Félix, que añade que «esto de ser abuelo es la leche». El ceramista bromea con que la nieta le ha pedido el castillo. «Lo malo será cuando me pida la luna», añade.

Yáñez se toma un descanso junto a Mickey y Obélix, atracciones de Bautolandia. Yáñez se toma un descanso junto a Mickey y Obélix, atracciones de Bautolandia. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Una muralla. Y mientras Alma va camino de cumplir un mes, Yáñez ya casi ha terminado de levantar la fortaleza, con una almena y dos torreones, por cuyas ventanas se cuela con una enorme culebra. Uno de ellos estará coronado por una mariposa y no faltarán tampoco los escudos de las dos familias de la pequeña, Yáñez-Sánchez. El castillo tiene unas dimensiones de 7 metros de largo por 4 de alto, «justo para que los niños entren, corran y se hagan fotos dentro», añade el artista. 

La construcción sigue el patrón de otros edificios levantados en Territorio Artlanza, realizados con material de desecho, hormigón, adobes y salpicados de cerámicas de colores. Los niños podrán acceder al interior y disfrutar de otra atracción más en esa parte del pueblo medieval dedicado a ellos, ese mundo mágico que Yáñez ha llamado Bautolandia, en referencia al gentilicio con que se conoce a los vecinos de Quintanilla: bautos. 

Además, Yáñez está amurallando todo el poblado infantil para darle más seguridad y evitar que los niños se salgan del mismo, teniendo en cuenta que a continuación ya se sitúa el río. La muralla tendrá unos 400 metros de perímetro, que va haciendo curvas, y unos 2 metros de alto, de tal manera que será imposible que los pequeños la salten. Estará decorada con diferentes escenas y dibujos de colores para llamar la atención y alternará en diferentes tramos algunas de las muchas placas con mensajes que le han ido dejando los visitantes que se acercan hasta Quintanilla del Agua para conocer «la escultura más grande del mundo», como le gusta referirse a Territorio Artlanza a su arquitecto.

El ceramista está perimetrando el poblado infantil con una colorida muralla.
El ceramista está perimetrando el poblado infantil con una colorida muralla. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

El ceramista bauto augura que aún le faltan unos años para terminar la muralla y, con ella, prácticamente terminará Territorio Artlanza, porque después de ocupar los terrenos de la familia y comprar algunos más a vecinos, ya no quedan más fincas por donde extenderse. Este poblado medieval es uno de los más visitados por los turistas a lo largo de todo el año, atraídos por su vistosidad y su ubicación, en triángulo del Arlanza que conforman Lerma, Covarrubias y Silos.